Tucumán-El Cadillal: Furtivos ahuyentaron a pescadores a los tiros

Uno o varios trasmalleros amedrentó/taron

con disparos al aire a un pescador que, cuando se encontraba

en el dique realizando una derivada en su bote,

“se acercó” demasiado a la red que había/an “plantado”

para capturar Pejerreyes

Uno de los protagonistas relató a NOAFishing los momentos vividos. Denuncia ante las autoridades, que poco o nada hicieron para erradicar a los furtivos. Estos se mueven de día, con tal impunidad.

Sorpresa y alarma causó entre los pescadores un hecho con ribetes delictivos que ocurrió la semana pasada en El Cadillal. Uno o varios trasmalleros amedrentó/taron con disparos al aire a un pescador que, cuando se encontraba en el dique realizando una derivada en su bote, “se acercó” demasiado a la red que había/an “plantado” para capturar pejerreyes.

El pescador deportivo que fue amenazado realizó la denuncia ante las autoridades de la Dirección de Fauna de la provincia, y relató a NOAFishing que en aquel momento no había ningún policía de la división Lacustre y que el producto del ilícito –calculan unos 300 kg- fue cargado en una camioneta Ford 350.

Se trata de Julio Ale, conocido por su afición a la pesca, deporte que practica con asiduidad en las aguas del dique. Las jornadas de deriva en su bote las realiza junto con su hijo mayor. Esta vez, estaba solo.

“Me fui como siempre al medio del lago, tirando hacia la barranca opuesta del río Tapia, y venía bien hasta que vi algo que brillaba como una boya”, comenzó diciendo en su relato a NOAFishing.

“Cuando estaba a unos metros de dos cuenta que se trataba de un trsmallo de unos 300 metros de extensión aproximadamente. Es lo que calculo porque seguí la ‘marcación’ hasta cerca de la orilla. Ahí fue entonces que escuché los primeros disparos. No me asusté y avancé unos metros más. Y de nuevo,pero desde otro lugar de la espesura del monte, se escucharon otras detonaciones. Así que decidí volver para hacer la denuncia. Y mientras me iba, sonaron los últimos disparos. Deben haber sido como siete u ocho, desde distintos lugares”, precisó.

Agrega Ale que había otros pescadores embarcados que también fueron testigos de la tensa situación que le tocó vivir. También, presenciaron el traslado de “la pesca” hasta una camioneta Ford 350 “vieja”, según la describió, que consistía en unos 300 kg –estimó- de pejerreyes de distintos tamaños, incluida una partida “exclusiva” con ejemplares de más de 1,5 kg.


Crímen y sorpresa

“Es un crimen lo que están haciendo estos furtivos y nadie le fin a la situación. Tengo entendido que a la Lacustre y a Fauna llegaron varias denuncias sobre estas actividades ilícitas y “choques” de embarcaciones con esos trasmallos -hasta dieron nombres-, y hasta ahora no hicieron nada”, se quejó Ale.

“Estos ilegales se mueven con tanta impunidad que no sólo se dan ‘el lujo’ de mantener las redes con boyas, a la vista de todos, sino que las ponen en pleno día y ahora la custodian cargando armas”, remarcó el pescador.

De acuerdo con las características descriptas por Ale sobre los furtivos, son quienes fueron denunciados en mayo pasado en nuestra revista por STA –preservamos el nombre y apellido, por seguridad-, cuya nota fue titulada: “Sorprendente: le quisieron vender un pejerrey de 3 kg”.

Fuente: NOA Fishing