jueves, 20 de diciembre de 2012

Pesca en muelles de aguas pasantes


Una opción para evitar los grandes lanzamientos,
que permite sumar a los chicos y divertirse


Buenas playas y gran cantidad de muelles y espigones muy aptos para pescar, hacen de la costa atlántica un lugar ideal para disfrutar las vacaciones y también tentarse con el buen pique.

Dentro de la buena diversidad de muelles que hay sobre la ribera marítima, nos vamos a referir a los de agua pasante por debajo de su estructura, como los casos de Mar de Ajó, Pinamar, Santa Teresita, Villa Gesell, etc.

¿Cuál es la ventaja de este tipo de muelles? Aparte de poder utilizar los clásicos equipos para pesca de mar (cañas de dos tramos y de 3,50 m y reel frontal o rotativo, aptos para lanzar plomadas de 120 a 180 gramos), podremos además intentar con equipos más livianos, lo que hace a la pesca más divertida y deportiva. Tomando como ejemplo el muelle de Mar de Ajó, podremos emplear una caña liviana de grafito de 2,40 a 2,70 metros y un reel pequeño con una capacidad para 100 metros de nailon 0,30 mm. El aparejo de uno o dos anzuelos también pequeños (no mayores del N°1) y un plomo de un peso máximo de 40 gramos.

A la línea la debemos arrojar hacia donde la ola forma la onda y no donde rompe, que es la parte profunda de la canaleta donde se mueven los peces. No tendremos el inconveniente que el mar arrastre nuestra línea, y en época de verano se podrán capturar roncadoras, corvinas, brótolas y cazones, entre otras especies. Las carnadas más rendidoras son camarón fresco y anchoíta.

En caso de que se estén dando las pescadillas, para tener chances hay que usar una línea de fondo con tres anzuelos, pero el primero a unos 60 cm del plomo y luego los otros separados 50 cm entre sí. Más una boya redonda de unos 4 cm de diámetro para que levante la línea y no permita que los anzuelos se recuesten en el fondo. El largo del nailon que sujeta al anzuelo (brazolada) no debe superar los 35 cm.

Los días de viento sur se aclara el mar y también se puede probar con el pejerrey, armando el aparejo con una boya zanahoria, tres anzuelos pequeños como máximo N° 5 y un plomito de 30 gramos. La carnada ideal es el camarón crudo o filet del mismo pejerrey.

Practicando este tipo de pesca, pero sin llegar al extremo del muelle donde se juntan todos los aficionados con cañas de lanzar grandes, ubicándonos en los costados y siempre fijándonos dónde se forma la canaleta, podremos ir a pescar con los más pequeños de la familia. El empleo de equipos livianos hará que un pez chico parezca mucho más grande, creciendo también la diversión.

Fuente: Revista Weekend

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