Cynthia Fiant es una experimentada
pescadora costera, y en esta nota repasa
con nosotros su relación y evoluvión
con la Pesca, de Niña a Mujer
Era sacar, devolver y así pasar largos ratos hasta que nos descubrían y se terminaba la pesca.
Ya tendría alrededor de 11 y no nos dejaban ir a pescar, no sabemos de quién surgió la idea pero siempre que podíamos nos escapábamos a la siesta.
Armados con tripas de pollo, improvisábamos una caña con una rama de eucaliptus, nylon que encontrábamos o algún piolín y anzuelos que encontrábamos en alguna ida a la playa, y salíamos rumbo a un arroyito cercano a casa.
Pasábamos horas tratando de pescar bagres, dientudos y pejerrey, desde una barranca, y al no tener reel, cuando había pique era tirar con toda la fuerza hacia atrás y después a salir a buscar entre los pastos donde había caído la presa.
Presas que devolvíamos, porque no podíamos volver con pescado.
Al regreso nos desaparecían los elementos de pesca, pero de alguna manera siempre conseguíamos armarlos de nuevo y volver.
La pesca no era para nenas...
Años después, ya adolescente, esporádicamente en alguna laguna o arroyo pescaba.
Y en los últimos 12 años, calculo que he ido a pescar por todas las veces que no me dejaban durante los primeros años.
Primero fue pesca ociosa y después vinieron los concursos de mar, los de laguna, tirar en casting, pescar lenguados.
Disfruté de ir a pescar corvinas negras sola, caminando con mis bártulos en la boca, en la piedra del vidalero, a las escolleras de mar de Cobo en bici...
Disfruté de ir a pescar corvinas negras sola, caminando con mis bártulos en la boca, en la piedra del vidalero, a las escolleras de mar de Cobo en bici...
No se como hacía para llevar todo pero llevaba hasta el posacaña.
Siempre quise sacar un tiburón, hasta que tanto hinché que fuimos al faro querandí un día que estaba imposible para fondear, y terminamos pescando bacotas con caña de variada, un reel escualo y nylon fino por que eran para pescar variada.
La fuerza que hice y lo que caminé...
No pensé que los iba a sacar, pero alrededor de 14 o 15 kg en promedio pesaban y lo mejor fue devolverlos.
Creo que todo lo que quería sacar lo saqué, aunque alguna especie me falta aún, como una trucha por ejemplo.
De los concursos quedan los lugares, gente, amigos, comidas, anécdotas, viajes, si se pescó o no, sensaciones diría...
De los premios queda el trofeo si había, y el recuerdo de esos pocos minutos frente a tanta gente conocida y desconocida a la vez, que uno se cruza en diferentes lugares.
O porque alguna vez pescaste al lado de ellos.
Hace 12 años atrás no había tantas mujeres participando, por suerte hoy en día somos cada vez más, y de todas las edades, compartiendo jornadas de pesca, con flia, amigos o pareja.
N/R: En su humildad, Cynthia omitió comentar que actualmente, (y desde hace unos años), además y en forma paralela, es junto a su esposo una Empresaria vinculada a la Pesca, ya que a través de su marca Escama, comercializa indumentaria y distintos elementos accesorios para los Pescadores.
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