Horacio Pascuariello nos informa en esta
nota del Suple Pesca del Diario Crónica,
sobre las caraterísticas del espejo y los
buenos ejemplares de Pejes que se obtienen
Este importante espejo de agua, de casi 5.000 hectáreas y de entre 1,50 y 4 metros de profundidad, ubicado en la zona de General Arenales, y a unos 350 kilómetros de Buenos Aires, es un interesante reservorio para la reproducción del pejerrey y para disfrutar de lugares casi vírgenes para la pesca.
Se puede llegar tomando la ruta 7 hasta la localidad de Junín, y después de pasar el casco urbano ingresando a la ruta 65 hacia Agustina, desde donde tenemos unos 3.000 metros hasta arribar al pesquero Don Jorge.
Este parador tiene servicios básicos, aunque se puede conseguir carnada, siempre consultando previamente antes de ir.
También es importante recalcar que con vientos intensos esta laguna es peligrosa para su navegación, por lo cual es conveniente contar con el asesoramiento de alguien que la conozca muy bien para ingresar.
Hasta allí llegó nuestro amigo Daniel Spanevello, responsable del programa “Hombres de pesca”, quien siempre tiene la gentileza de compartir estos relevamientos con nosotros, cuando el dato es importante, como en este caso.
En esta ocasión, el anfitrión fue el guía Darío Madariaga, quien puso a disposición una de sus embarcaciones totalmente equipada para enfrentar una gélida jornada, que a la postre pagó el esfuerzo con una excelente cosecha de pejerreyes.
La laguna se presentó con un manto espeso de niebla, por lo tanto, la elección fue hacer los primeros intentos cerca de la costa y a menos de 200 metros del embarcadero, utilizando equipos convencionales, formados por cañas de 3.70 y 4 metros, reeles rotativos, líneas de tres boyas chupetonas, palito y yo-yo, especialmente verde limón.
La laguna se presentó con un manto espeso de niebla, por lo tanto, la elección fue hacer los primeros intentos cerca de la costa y a menos de 200 metros del embarcadero, utilizando equipos convencionales, formados por cañas de 3.70 y 4 metros, reeles rotativos, líneas de tres boyas chupetonas, palito y yo-yo, especialmente verde limón.
Los piques se dieron de inmediato, aunque los tamaños no eran los buscados y oscilaban entre los 25 y los 32 cm.
Llegando al mediodía y una vez disipada la niebla pusieron proa a la costa opuesta, donde al garete comenzó una fiesta de piques de pejerreyes vigorosos, que no dudaban en tomar la carnada, los tamaños aumentaron considerablemente y superaban holgadamente en muchos casos los 40 cm; entregando al equipo formado por Daniel, Diego, Roberto y Santiago Boronat una experiencia para no olvidar, en un ámbito con cero presión de pesca y en pleno contacto con la naturaleza.
Por informes, contactarse con
Por informes, contactarse con
Darío Madariaga: 0236- 15-4680383.
por Horacio Pascuariello
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