lunes, 31 de diciembre de 2012

Sábalo: Detalles y características


Los amigos de Extremo Litoral nos acercan
un resúmen de las características de esta especie


Nombre científico y vulgar: (Curimatorbis platanus). Sábalo plateado o verdulero, sábalo, sábalo jetón. En Brasil se le llama curimbatá, curimba, corimbatá o grumatã. En EE. UU. se lo conoce por su sinónimo Tarpon prochilodus.

Hay muchas otras especies de peces con el nombre de sábalo. Al Prochilodus lineatus a veces se lo distingue con sábalo jetón (castellano coloquial para "boca grande"), chupabarro o barrero.

La especie más común es el PROCHILODUS PLATENSIS (Holmberg, 1888) y a la que se le da diversos nombres vulgares: sábalo, pescado, curimbatá, sábalo jetón, chupa barro. Como sábalo, se conocen dos especies: el Curimatorbis platanus, Curimatus platanus, sábalo plateado o verdulero, y el Curimata gilberti, llamado huevada o sábalo roñoso.


Caracteres generales

El sábalo es un pez robusto y de cuerpo fusiforme. El dorso es azulado y los flancos plateados, la boca es pequeña, carece de dientes en sus maxilares, pero los tiene, muy diminutos, en sus labios, por lo que su acción para comer, se reduce a chupar continuamente el limo donde encuentra elementos sustanciales para su desarrollo.

Debe ser suficiente lo que encuentra pues alcanza buen tamaño y su carne, es abundante y grasosa. Ésta es la razón por la que se lo persigue y se lo pesca- con grandes redes de arrastre y en enormes cantidades.

Es una especie de Sudamérica de la Clase Actinoptérigos que habita el río Paraná y el río Paraguay en la Mesopotamia Argentina, Paraguay y el río Paraíba do Sul, Brasil.

Su nombre común es sábalo, sábalo jetón. En Brasil es curimbatá, curimba, corimbatá o grumatã. En EE. UU. se lo conoce por su sinónimo Tarpon prochilodus.

Hay muchas otras especies de peces con el nombre de sábalo. Al Prochilodus lineatus a veces se lo distingue con sábalo jetón (castellano coloquial para "boca grande"), chupabarro o barrero.

P. lineatus llega a medir hasta 60 cm y pesar más de 6 kg. Tiene el cuerpo largo y comprimido, gris-verdoso (aclarado en el vientre), con escamas amarillentas.

Su boca es circular, bordeada por labios gruesos, y se proyecta del frente. As la especie más abundante de la cuenca del Plata, llegando a constituir más del 60% de la biomasa de peces de la misma.

Algunos peces depredadores, como el surubi (Pseudoplatystoma spp.) y el dorado (Salminus brasiliensis) dependen de los enormes bancos de sábalos para su subsistencia.

Otra importante característica de este pez es su carácter migrador. Realiza una migración aguas arriba, con fines reproductivos, de varios cientos de kilómetros, hasta llegar a las planicies de inundación típicas del río Paraná y otros ríos de la cuenca.

Si bien el desove y la cópula tienen lugar en el cauce del río, las larvas derivan hacia las aguas superficiales de las lagunas de inundación, donde encuentran refugio y comida.

Allí permanecen aproximadamente 2 años, luego de los cuales vuelven al cauce principal del río. Terminado el periodo reproductivo, los sábalos migran río abajo.

También se caracteriza porque puede alcanzar hasta 90 km/hora en la velocidad de su desplazamiento.

Es una especie de gran importancia económica. Su particular hábito alimenticio lo hace difícil de pescar con anzuelo, por lo cual se emplean distintos tipos de redes para su captura (red de arrastre, trasmallo, tres telas, etc.).

Los ejemplares capturados son destinados al consumo local, a la exportación y a la producción de derivados (aceite y harina, por ejemplo).


Alimentación

En cuanto a su régimen alimenticio, el sábalo es un iliófago estricto, es decir, solo se alimenta de sedimentos.

Entre las numerosas adaptaciones anatómico-fisiológicas a la detritivoria podemos citar la boca protactil, la cavidad bucal en forma de V invertida, el estómago bicameral (la porción cardiaca es una cámara de almacenamiento, mientras que la pilórica, dotada de poderosa musculatura, se ocupa de la digestión mecánica) y la presencia de numerosos pliegues pilóricos.


Situación en el río Paraná

El sabalo está considerada la especie clave del río Paraná, debido a su régimen iliofago, su alta biomasa y sus hábitos migratorios. Las regulaciones de Santa Fe y de Entre Ríos, Argentina, han probado ser ineficientes para preservar la especie, que está siendo severamente explotada, en especial para la exportación por varios frigoríficos que compran capturas clandestinas.

Los expertos estiman una zafra máxima de 20.000 t/año de sábalo, como límite superior de sostenibilidad. Sin embargo, de exportarse 13.000 t en 1998, subió a 34.000 t en 2004, después de la devaluación del peso argentino por su economía en crisis, triplicando su valor local.

Los pescadores artesanales son los máximos perjudicados, por ser su única fuente de subsistencia, y cada vez más capturan pequeños especímenes, no maduros y antes del tiempo de reproducción.

La absoluta falta de vigilancia sobre los tamaños de pesca prescritos en las entradas de los frigoríficos, inclusive con plantas procesadoras ilegales, que les venden a los frigoríficos de exportación, donde los organismos estatales de control provincial y federal no controlan, ha empujado a movimientos ambientales a la protesta.

El punto álgido de conflicto jurisdiccional fue cuando Santa Fe reguló en 2005, la prohibición de captura de sábalos por debajo de 42 cm de largo, mientras Entre Ríos llevaba el límite inferior a 40 cm. El 13 de julio, 400 pescadores bloquearon el acceso rosarino al Puente Rosario-Victoria que une ambas provincias.

El 11 de agosto, cuando Entre Ríos acomodó su regulación acorde con Santa Fe, 300 pescadores y trabajadores de las plantas de congelado de Victoria hicieron lo mismo.

Ellos presionan con el desempleo si sus plantas no llenan sus cuotas de exportación.

El 19 de octubre de 2006, para facilitar la reproducción del sábalo, Santa Fe estableció la prohibición de pesca comercial en todos sus cursos de agua entre noviembre y enero.


Situación en el Río de La Plata

La situación de Prochilodus lineatus en el Río de La Plata también es crítica. A los problemas ligados a la pesca indiscriminada se suma el de la contaminación. En efecto, los afluentes del núcleo urbano de Buenos Aires han contaminado severamente los sedimentos del Río de La Plata y a los sábalos que se alimentan de ellos. Los ejemplares capturados en esta zona tienen en el músculo altas concentraciones de metales pesados, hidrocarburos y contaminantes orgánicos persistentes (en particular PCB), que superan los valores máximos recomendados para el consumo humano.

Fuente: Extremo Litoral

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