Pescadillas, Brótolas y Gatuzos en la espectacular “La Chiquita”

Balneario La Chiquita, un exelente espejo

para la pesca embarcada variada

Decidimos viajar a “La Chiquita”, balneario que dista 67 Km de Mayor Buratovich, donde contamos con excelentes amigos. Uno de ellos, Claudio Manzi, un gran guía de pesca, quien nos recibió junto a Enrique Allo y Daniel Sanjurjo.

Después de acomodarnos en una habitación, comprobamos que el clima no nos permitía ingresar al mar, ya que teníamos viento del sur bastante fuerte que había levantado oleaje importante, así que no quedó otra que esperar al día siguiente ya que el pronóstico era de viento suave del nornoroeste.

Fue así que alrededor de las 9,30 enganchamos la lancha al tractor, subimos y partimos para la playa. La embarcación, una trucker motorizada con un motor de 40 caballos con todos los elementos de seguridad, fue botada en el riacho, desde donde posteriormente salimos a mar abierto.

Era un día espectacular, con poco viento y temperatura agradable, y tras una corta navegación anclamos para tirar las líneas al agua.

Tras un corto período se dio la primer captura, una raya chica. Pero el lugar elegido no rindió y entonces cambiamos, ingresando un poco mas en el mar.

Y aquí sí se dio un excelente pique, característico de La Chiquita. Levantábamos buenas pescadillas, gatuzos, brótolas, corvinas de excelente porte, alguna anchoa, congrios, etc, y en poco más de 2 horas llenamos los tambores.

Los equipos que usamos fueron cañas de entre 2,20 y 2,50 metros de acción media, reeles rotativos cargados con nylon del 50 y líneas de uno o dos anzuelos Nº 5 y 6/0; la carnada para el anzuelo que pesca al barro era langostino y para el que pesca mas arriba, anchoa, en los dos casos atados con hilo elástico para que dure un poco más. Esto es porque bien a fondo buscábamos corvinas, y mas arriba pescadillas.

Por la tarde surgió la idea de ir a buscar pejerreyes donde muy pocos pescadores llegan, ya que hay que conocer muy bien por donde se navega.

Para esta pesca cambiamos por equipos mucho mas livianos, y ni bien fondeamos comenzó un frenético pique de pejerreyes de todo tamaño, prevaleciendo los de buen porte. Se dieron muchos dobletes y algún triplete, y hasta un chucho de aproximadamente 3,5 kilos que dio una dura lucha, en un día de pesca que colmó todas las expectativas.

Fuente: El Día de La Plata