El Día de La Plata nos presenta un Relevamiento
en Laguna Blanca, que junto con su par "Verde"
forman las "Mellizas" cerca de Villa Traful,
habitat de Interesantes Truchas
Esta temporada de verano 2017 ha resultado un verdadero desafío, aún para los más conocedores de la pesca de truchas con mosca en la Patagonia, ya que las condiciones climáticas atípicas con frío propio de primavera, el enorme flujo de turistas y la depredación pesquera que año tras año aumenta, crearon un escenario difícil para la captura de truchas de medianos y grandes portes.
Así fue como se me ocurrió que podía averiguar las distintas opciones para probar suerte en las llamadas lagunas Las Mellizas, dentro de las cuales se encuentran la Laguna Blanca y la Laguna Verde, cerca de Villa Traful.
Abordamos la embarcación que nos esperaba junto al amigo platense “Rasta”.
Luego de cruzar los 3.500 metros de ancho del lago, desembarcamos en una paradisíaca playa de aguas celestes.
El sendero hasta la Laguna Blanca, era de aproximadamente 2,5 km de pendiente ascendente.
Se trata de un espejo de agua absolutamente aislado, con mucha vegetación y con poca comida disponible para las truchas.
En sus orillas abundan los juncos y las algas, pero de manera intermitente, brindando la posibilidad de pescar desde la costa entre los bancos de juncos.
Al momento mismo de llegar ya se podían apreciar los voraces ataques de las truchas para con todo insecto que se posara sobre la superficie, lo cual auguraba una buena jornada.
Las Moscas
La mosca elegida fue una Parachute Hopper.
En el segundo intento salió una arco iris de 1,3 kilos, regresada al agua.
Luego salió otra similar. El tiempo entre cada captura fue de 20 minutos contado el cambio de lugar.
Cabe mencionar que siempre se mantuvieron comiendo arriba, incluso regalando saltos espectaculares tratando de atrapar algunos alguaciles en pleno vuelo.
Cambiando nuevamente de lugar, moviéndome otros 15 metros, usando una mosca Odonato, luego de varios lanzamientos obtuve otra arco iris.
Después de 20 minutos de lanzamientos en todas direcciones y distancias, salió otra trucha similar a las anteriores.
Luego de cambiar de locación unos 20 metros y siempre entre bancos de juncos, pasado el mediodía, la situación se modificó: había más viento, lo cual influyó en que las truchas dejaran de alimentarse en la superficie, no pudiendo ver actividad alguna.
En consecuencia, y luego de media hora de infructuosos lanzamientos decido cambiar de estrategia.
Para ello decidí utilizar una imitación de ninfa de libélula de color verde oscuro y ya que la vegetación impedía el uso de línea de hundimiento, continué con mi línea de flote, pero lastrando el leader y el tippet con tres bolitas de plomo.
Cambio de estrategia
El cambio de estrategia supo rendir dividendos cuando a los diez minutos una hermosa trucha fontinalis de alrededor de 1,3 kg tomó mi mosca.
El cambio de estrategia supo rendir dividendos cuando a los diez minutos una hermosa trucha fontinalis de alrededor de 1,3 kg tomó mi mosca.
Esa preciosura de pez obligó una lucha lenta y constante la cual terminó varios minutos después, cuando el copo la sacó suavemente del agua, para la foto de rigor.
Con la misma mosca y posicionado en el extremo del último banco de juncos de esa bahía, la Laguna Blanca me regaló una última arco iris de aproximadamente 1 kg.
Luego de eso, la media hora de lanzamientos que siguieron fueron infructuosos, señal inequívoca de que era hora de emprender el regreso a la playa donde nos esperaba nuestra conservadora (repleta de comida, cerveza, frutas y demás) y las reposeras, para allí esperar el atardecer y la hora en que el amigo platense “Rasta” nos devolvería a la civilización del otro lado del Lago Traful.
Relevamiento de pesca:
Mauro Mirco
Fuente: El Día de La Plata
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