El Día de La Plata nos trae el relato de una exitosa
Salida de Pesca, a la localidad de Esquina - Corrientes,
donde los Dorados y Surubíes nunca faltan
Salimos hacia Esquina con Claudio Cavallaro, Gustavo Alfano y Guillermo Aloro a pasar dos días de pesca con el guía Hernán Tagliaccozo.
El río Paraná registraba un fuerte repunte de su nivel y bastante turbiedad en el agua.
Con un panorama que no pintaba muy alentador Hernán propuso ir hacia el sur en busca del Surubí.
No fue sencilla la búsqueda, recorrimos la zona de El Inga y El Montenegro intentando tanto en los arroyos como en las lagunas, en los pozos como en los playos, mayormente gareteando y también anclados.
Surubíes
Tanto buscamos que encontramos unos cuantos cachorros de surubíes, incluso pudimos obtener algunos dobletes; los portes iban de los 3 a los 6 kilos, tomando fundamentalmente cascarudo como carnada aunque salieron algunos con morena.
Al mediodía comimos en una isla con otros pescadores deportivos y luego volvimos al agua en búsqueda del surubí y del dorado.
Fuimos más hacia el sur aún, bajando por El Ingacito, donde no obtuvimos respuestas.
Entonces Hernán decidió ir regresando buscando el dorado y así obtuvimos un par de alrededor de 4 kilos, más algún surubí para hacer entretenida la tarde.
Segundo día
Al día siguiente estuvimos charlando sobre ir hacia el norte de Esquina, a la zona de El Aguara y El Toro fundamentalmente, pero manejaban la información brindada por otros pescadores con respecto a la presencia de muchas palometas, de modo que finalmente volvimos a dirigirnos hacia el sur, pero esta vez en búsqueda del dorado, ya no en las entradas de agua clara o gareteando en los playos, sino en una de las pescas más lindas y complicadas para el tigre del río que consiste en buscar “correderas”, ya sea en las entradas a los arroyos o donde el agua entra desde un arroyo a una laguna y “cae”.
El sistema consiste en anclar la lancha aguas arriba de la corredera y desde ahí lanzar la carnada sobre la corredera y “hacerla caminar”, es decir, levantarla del fondo y que la corriente y la carnada viva vayan con la corriente.
Esta pesca consiste en ir liberando nylon al mismo tiempo que se levanta la carnada del fondo, por lo que se realiza todo el proceso con el reel abierto hasta que finalmente pica el dorado.
Pique característico
En ese momento lo primero que uno siente es que la carnada que viene flotando se tensa unos instantes y que la línea empieza a moverse hacia uno u otro lado; es el momento de cerrar el reel al mismo tiempo que se levanta la caña y se espera que el dorado haga “acostar” la caña, para proceder a clavarlo.
Recorrimos varias correderas y al final obtuvimos varios dorados de entre 3 y 5 kilos; quizás el más grande fue uno que provocó una brusca caída de la caña y luego cortó la línea al momento de clavarlo; nos quedará la duda para siempre.
En definitiva, no estuvo fácil la pesca ese fin de semana en Esquina, todo hace suponer que cuando el río se estabilice el dorado va a empezar a comer.
Así y todo saliendo con un buen guía que no tema gastar nafta y que conozca, se puede hacer una pesca entretenida, además de disfrutar de los lugares naturales que presenta Esquina.
Ahora sólo resta esperar que podamos armar otro viaje.
Relevamiento de pesca:
Juan Manuel Parma
Fuente: El Día de La Plata
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