Berisso cada vez mejor, con sus bogones y dorados

La zona de Berisso está ofreciendo grandes Bogas

como hace muchos años no se veían.

Wilmar Merino nos cuenta los buenos resultados

en esta nota de Viva la Pesca de Diario Popular

Por desgracia la tormenta nos acortó la pesca, pero lo que era una simple salida con niños terminó dándonos trofeos de novela: calidad y cantidad de bogas, con una tres puntos que llegó a 4,700 kg, y dorados de los buenos con señuelos.

Berisso está cada vez mejor. Los tamaños de sus bogas, que hacía rato no eran tan grandes, parecen mejorar semana a semana, y la yapa es que ahora apareció firme el dorado, tomando señuelos en creciente. Eso es lo que vivimos el último día del año 2014, hasta que nos corrió la tormenta. Es decir, que en apenas tres horas de pesca escasas pudimos dar con una docena de bogones superlativos, entre los que se contó un super ejemplar de 4,700 kg, y tras ellos decidimos aprovechar la creciente para pescar con señuelos, a motor encendido, logrando hasta dobletes de pirayús en la modalidad baitcasting.

La verdad es que esta nota periodística no fue concebida como tal, sino que terminó ganando este espacio a fuerza de buenos rindes. En la trastienda de este artículo, la intención era aprovechar la visita de mis sobrinos Alan y Axel, residentes en Inglaterra, para despuntar el vicio en un pesquero que sabíamos rendidor y parejo. Pero en la idea de "llevar a pescar a los nenes", nos terminamos llevando "un notón" por los enormes ejemplares logrados en tan poco tiempo.

A diferencia del anterior relevamiento hecho con nuestro guía Joaquín Hasaín, donde pescamos las bogas en los palos más cercanos al puerto de La Plata en los famosos malecones, esta vez "Joaco" encaró para el fondo de los mismos, que se extienden hasta el km 7,700 y paró aproximadamente en el km 5. Allí, tras hacer la habitual maniobra de anclado con ancla en popa y atado con cabo en proa, estabilizamos la embarcación, cebamos con abundante maíz y no hubo que esperar ni diez minutos para empezar la fiesta: una tras otras las bogas de gran tamaño empezaron a divertir a nuestros pequeños invitados hasta que una boga tremenda me hizo una corrida inolvidable y pude sacarla de los palos para pelearla río afuera. Le pasé la caña a mi sobrino Alan y éste la peleó con gran gusto hasta agotarla y poder izarla, copo mediante, gracias a los buenos oficios de nuestro guía. ¡IM-PRE-SIO-NAN-TE! era una boga tres puntos de 4,700 kg, que medía todo el largo de una conservadora grande.

Por suerte registramos esta captura en video, que el lector podrá ver en el Canal de Pesca de Wilmar Merino en Youtube con el Título "Bogón en Berisso". La cosa no quedó allí, pues nuestro segundo invitado, Axel, de 11 años, empezó una racha muy efectiva de pique tras pique clavado, con bogones de 2 a 3 kilos que lo dejaron agotado. La carnada más efectiva, en todos los casos, fue maíz bien remojado, que encarnado a razón de tres a cuatro granos en pequeños anzuelos tipo Chinu 5, nos dieron enormes satisfacciones. Los equipos, cañas Tomahawk "Wilmar Merino" de 7 pies y Spinit Carbon Spin de 2,40 y reelesShimano Caius y Spinit Speed Pro, cargados con nailon del 0,40.

Viendo venir el frente de tormenta que se acercaba desde el lado de Buenos Aires hacia La Plata, decidimos quemar las naves tirándole al dorado antes del aguacero. Cambiamos a bait de forma exclusiva como modalidad de pesca y en el primer tiro entre los palos con señuelos Tech Devil Minnow y Power Minnow de Marine Sports, con Joaquín metimos un doblete de dorados. ¿Suerte? Quizás.., pero los tiros posteriores confirmaron que el dorado estaba muy presente, cazando en gran forma: uno tras otro izamos cinco piezas excelentes, de 2 a 3,5 kilos, que nos regalaron magníficos saltos antes de entregarse. Toda la pesca fue devuelta a su medio, en la convicción de que ejemplares de esa naturaleza serán excelentes rerproductores para seguir perpetuando la especie. Al respecto, nos cuenta Joaquín -que siempre indefectiblemente devuelve los dorados- que en la especie boga permite el sacrificio de dos o tres ejemplares por cliente, dada la abundancia de esta especie que no sufre peligro poblacional como los predadores tope de la cadena alimentaria, dorado y surubí.

Por desgracia, llegó la lluvia para arruinarnos tan excelente pesca y nos volvimos a puerto mirando las fotos de una jornada inolvidable que usted, querido lector, puede vivir de la mano del gran Joaquín.

Fuente: Viva la Pesca // Diario Popular

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