Un grupo de balseros aseguró que el gobernador,
José Manuel de la Sota, se comprometió a no avalar
el proyecto de ley que pretende prohibir las balsas
en los lagos de toda la provincia de Córdoba
En la reunión que se concretó el lunes por la noche, los balseros que representaron a los clubes náuticos de Embalse reconocieron estar entre satisfechos y sorprendidos. Hasta confiaron que el primer mandatario provincial les confesó cierta nostalgia, ya que su padre también fue balsero.
La polémica que se desató a fines del año pasado –y que hasta provocó cortes de ruta–, está relacionada a un proyecto presentado por el legislador justicialista Carlos Alessandri, que parecía contar con el aval del oficialismo, aunque ahora habría marcha atrás.
Tras el encuentro, se acordó que se inspeccionará cada una de las balsas y la que no esté en condiciones con las normativas actuales se deberá retirar, según contó Gustavo Botasso, en representación del Club Náutico de Hernando.
Botasso recordó que “las balsas están diseñadas para no contaminar, para lo cual cuentan con una infraestructura especial”.
La sensación es que “no prosperará la ley”, según vaticinaron los balseros tras la reunión, en la que aprovecharon para entregarle al gobernador una publicación para que se perciba de manera gráfica y didáctica la postura del sector. Bregan para que prime el derecho adquirido de permanecer a la vera del lago, tal como lo hacen desde hace décadas.
Además, Walter Paulucci otro vocero de los balseros que participó del encuentro, contó que se coincidió en que “se quiere el bien para la ecología y el espejo de agua, pero que no necesariamente se deben sacar las balsas para eso”.
Paulucci detalló que el gobernador dijo que se enteró “por los diarios” acerca del proyecto de Alessandri. Ese dato no parece menor.
Fueron los mismos clubes los que relevaron las balsas en los últimos tiempos, pero sin una inspección permanente de la Provincia. “Ahora será un trabajo conjunto. No tiene lógica que contaminemos el lago en el que vamos a vacacionar con nuestras familias”, acotó Paulucci.
El aspecto social también fue ponderado por el balsero Horacio Bertani, “porque los adolescentes se quedan con los padres a disfrutar con amigos, en un clima de contención”.
Previo a la reunión con el gobernador, los balseros presentaron ante la Legislatura un informe técnico al que se adjuntaron detalles de construcción y funcionamiento de las embarcaciones familiares (Ver aparte).
Tanto Paulucci como Botasso contaron que el gobernador aseguró que no firmará “nada que perjudique a los balseros, siempre que se ajusten a las normativas vigentes”.
La polémica que se desató a fines del año pasado –y que hasta provocó cortes de ruta–, está relacionada a un proyecto presentado por el legislador justicialista Carlos Alessandri, que parecía contar con el aval del oficialismo, aunque ahora habría marcha atrás.
Tras el encuentro, se acordó que se inspeccionará cada una de las balsas y la que no esté en condiciones con las normativas actuales se deberá retirar, según contó Gustavo Botasso, en representación del Club Náutico de Hernando.
Botasso recordó que “las balsas están diseñadas para no contaminar, para lo cual cuentan con una infraestructura especial”.
La sensación es que “no prosperará la ley”, según vaticinaron los balseros tras la reunión, en la que aprovecharon para entregarle al gobernador una publicación para que se perciba de manera gráfica y didáctica la postura del sector. Bregan para que prime el derecho adquirido de permanecer a la vera del lago, tal como lo hacen desde hace décadas.
Además, Walter Paulucci otro vocero de los balseros que participó del encuentro, contó que se coincidió en que “se quiere el bien para la ecología y el espejo de agua, pero que no necesariamente se deben sacar las balsas para eso”.
Paulucci detalló que el gobernador dijo que se enteró “por los diarios” acerca del proyecto de Alessandri. Ese dato no parece menor.
Fueron los mismos clubes los que relevaron las balsas en los últimos tiempos, pero sin una inspección permanente de la Provincia. “Ahora será un trabajo conjunto. No tiene lógica que contaminemos el lago en el que vamos a vacacionar con nuestras familias”, acotó Paulucci.
El aspecto social también fue ponderado por el balsero Horacio Bertani, “porque los adolescentes se quedan con los padres a disfrutar con amigos, en un clima de contención”.
Previo a la reunión con el gobernador, los balseros presentaron ante la Legislatura un informe técnico al que se adjuntaron detalles de construcción y funcionamiento de las embarcaciones familiares (Ver aparte).
Tanto Paulucci como Botasso contaron que el gobernador aseguró que no firmará “nada que perjudique a los balseros, siempre que se ajusten a las normativas vigentes”.
“No sé de esa reunión”
“No sé nada de esa reunión entre el gobernador y los balseros”, contestó ayer Alessandri, y aseguró que no se basa “en supuestos”.
El legislador planteó que se debían prohibir las balsas porque “el 90 por ciento no cumplía con la línea de flotabilidad, tipo de motor y estabilidad”.
La idea primitiva de Alesandri es que a partir de que se apruebe la ley, en dos meses todos los lagos queden sin balsas. De lo contrario, podrían ser arrestados los propietarios y los encargados de los clubes.
Con dureza, Alesandri describió en sus fundamentos que “las chatarras”, en alusión a las balsas que asegura “están hechas con materiales de desechos, oxidables y contaminantes”, impactan negativamente en la salud pública y en el medio ambiente lacustre.
La propuesta del legislador peronista también incluye que se otorguen cuatro años para que el resto de las embarcaciones que funcionen a motor (moto de agua, lachas, yates, cruceros y jet sky) sólo sean con motores ecológicos.
A su vez, Alessandri recordó que también presentó un proyecto de ley que exige el tratamiento de efluentes cloacales para emprendimientos inmobiliarios colectivos o individuales cercanos a lagos y ríos.
Polémica por inversión en las costas
Intenciones. Más de un balsero sospecha que detrás de la intención de erradicar a las balsas se podría estar gestando alguna importante inversión inmobiliaria en las costas.
Negación. El legislador Carlos Alesandri no esquivó la consulta y respondió: “Uno de los que más se opone a eso soy yo”. Y disparó: “Ellos (en referencia a los clubes náuticos) vienen a hablar de inversiones, si son ellos los que realizaron el desarrollo inmobiliario en los clubes. Hay 150 casas entre los clubes de Río Tercero y Hernando. ¿A cuánto venden una vivienda que está en un terreno público? Son comodatos que le ha cedido la Nación a la Provincia para desarrollar actividades deportivas (y no construir casas)”.
El legislador planteó que se debían prohibir las balsas porque “el 90 por ciento no cumplía con la línea de flotabilidad, tipo de motor y estabilidad”.
La idea primitiva de Alesandri es que a partir de que se apruebe la ley, en dos meses todos los lagos queden sin balsas. De lo contrario, podrían ser arrestados los propietarios y los encargados de los clubes.
Con dureza, Alesandri describió en sus fundamentos que “las chatarras”, en alusión a las balsas que asegura “están hechas con materiales de desechos, oxidables y contaminantes”, impactan negativamente en la salud pública y en el medio ambiente lacustre.
La propuesta del legislador peronista también incluye que se otorguen cuatro años para que el resto de las embarcaciones que funcionen a motor (moto de agua, lachas, yates, cruceros y jet sky) sólo sean con motores ecológicos.
A su vez, Alessandri recordó que también presentó un proyecto de ley que exige el tratamiento de efluentes cloacales para emprendimientos inmobiliarios colectivos o individuales cercanos a lagos y ríos.
Polémica por inversión en las costas
Intenciones. Más de un balsero sospecha que detrás de la intención de erradicar a las balsas se podría estar gestando alguna importante inversión inmobiliaria en las costas.
Negación. El legislador Carlos Alesandri no esquivó la consulta y respondió: “Uno de los que más se opone a eso soy yo”. Y disparó: “Ellos (en referencia a los clubes náuticos) vienen a hablar de inversiones, si son ellos los que realizaron el desarrollo inmobiliario en los clubes. Hay 150 casas entre los clubes de Río Tercero y Hernando. ¿A cuánto venden una vivienda que está en un terreno público? Son comodatos que le ha cedido la Nación a la Provincia para desarrollar actividades deportivas (y no construir casas)”.
Fuente: La Voz
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