Bestias ! por La Gaceta

En un operativo en Tucumán secuestraron

29 bolsas de arpillera que contenían

más de 450 ejemplares de Sábalo listos

para comercializar ilegalmente y en malas condiciones

BESTIAS con mayúsculas por el daño que le están causando a los recursos naturales de la provincia. ANIMALES también con mayúsculas porque ponen en riesgo a toda la población vendiendo mercadería sin ningún tipo de cuidado. APLAUSOS para la Dirección de Delitos Rurales y Ecológicos y la Patrulla Rural que, pese a todas las limitaciones, dieron un golpe a la cadena de comercialización ilegal de sábalos en la provincia.

En menos de 24 horas los uniformados realizaron tres procedimientos. El más importante de todos se produjo en la intersección de las rutas 326 y 303, en Leales. Allí detuvieron una camioneta que transportaba en 29 bolsas arpilleras aproximadamente 450 sábalos. La noche anterior, en la localidad de Agua Azul,lograron incautar más de 60 ejemplares de la misma especie que estaban cargados en los baúles de dos vehículos.

Las personas a las que secuestraron los pescados, cuyos nombres se mantienen en reserva por cuestiones legales, son oriundas de Río Chico, Bajo Grande y San Cayetano. Todos coincidieron en señalar que eran productos para comercializar. También dijeron que los habían capturado en la zona de la Bahía de Los Décima y en Los Britos.

Estos operativos, que contó con la participación de César Rodríguez, Mario Funes, Rafael Cibantos, supervisados por el oficial Juan Alderetes y bajo las órdenes del comisario Marcelo Godoy,son tan solo el inicio de la lucha que se le declaró a los furtivos en la provincia que tanto daño le están causando a los recursos naturales de la provincia.

UN PELIGRO. Los pescados eran trasladados en la caja

de una camioneta sin ningún tipo de protección ni cuidado

Hasta aquí el informe policial, pero en el tintero quedaron varias cosas que no deben dejarse de mencionar. Con los secuestros no alcanza si es que las autoridades de los diferentes municipios no colaboran con la erradicación de los puestos de ventas callejeros que existen en las diferentes ciudades de la provincia.

Y en este punto pesa mucho más la cuestión sanitaria. En estos tres secuestros, como los que vienen desarrollando en los últimos tiempos, quedó demostrado que los sábalos son trasladados con suerte en bolsas arpilleras sin ningún tipo de protección ni cuidado. En otras palabras, desde que son extraídos hasta que llegan a los centros de comercialización, no cuentan con la cadena de frío para mantenerlo. Si siguen así, no pasará mucho tiempo para que se produzca una intoxicación masiva entre los ciudadanos que adquieren ese producto.

DURO GOLPE. Los sábalos secuestros tenían como

destino los puestos de venta callejeros

La Legislatura también debe involucrarse en esta lucha. Los policías, por la ley existente, sólo pueden secuestrar los elementos, elevar las actuaciones para que la Dirección de Flora y Fauna destruya las redes, elimine los pescados y le aplique multas a los infractores. Ante el incremento de la presencia de furtivos, se necesitan normas más duras como el secuestro de los vehículos utilizados para la actividad y hasta la detención de los responsables de cometer estos delitos como ocurre en otros puntos del país.

El Estado también debe entender que este es un tema delicado y darle más herramientas a los responsables de control. Por ejemplo, Flora y Fauna sólo tiene tres guardapescas para cuidar todo lo que ocurre en la provincia. Delitos Rurales y la Patrulla Rural no cuentan con los vehículos necesarios y mucho menos embarcaciones que le permitan perseguir a los furtivos por el agua. Sólo pueden esperarlos cuando ya hicieron el daño.

Otro punto: también es urgente que las autoridades de Tucumán firmen un convenio con sus pares de Santiago del Estero para unificar esfuerzos. Los uniformados sospechan que la mayoría de las capturas de sábalos se producen en territorio de la vecina provincia y que los sacan en estas tierras. Si no se cumplen con estos pasos, la lucha siempre será desigual y esteril.

por Gustavo Rodriguez

para La Gaceta

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