En su rol de movilera, Caro Martínez es la infantería de
El Show de la Mañana en las calles de Córdoba.
Su otra pasión, lejos de los estereotipos, es la pesca
La pesca sigue sumando puntos en esta sección de Día a Día, que pretende descubrir cuál es la otra pasión de los entrevistados, que se destacan en diferentes roles de la vida cordobesa.
Primero fue el periodista Beto Beltrán, después vino el folklorista Facundo Toro.
La tercera incorporación a este grupo de amantes de las cañas y los anzuelos llama más la atención, quizá por los prejuicios siempre latentes que ubican a esta actividad como reservada exclusivamente para los hombres.
De lunes a viernes, Carolina Martínez se pone al frente del móvil en el programa El Show de la Mañana, uno de los envíos de mayor audiencia de la TV local.
Cuando se la contactó para la nota y se le pidió que vaya pensando de qué pasión quería hablar, la respuesta fue inmediata y sorpresiva: “No tengo nada que pensar amigo, te lo digo de una: me fascina pescar”.
Y así comenzó la charla, con una temática inesperada, pero con una interlocutora que resultó ser especialista.
–¿Hay prejuicios con la mujer en el mundo de la pesca o está todo bien?
–Mirá, si los hay, nunca les presté atención. A mí nunca me molestó que me vean como una mujer pescadora. Mi pasión por esto empezó de muy chica, porque mis viejos antes de que yo empezara a caminar ya me habían puesto una mojarrera en la mano. Nosotros somos de acá de Córdoba, pero apenas había un bache lo primero que hacíamos era irnos al San Roque, a Los Molinos, al Piedras Moras, a Mar Chiquita.
–¿Te conocés cada lugar donde se puede tirar un anzuelo?
–Me apasionan todos los espejos de agua, también los ríos y hago excursiones mar adentro, pesco piezas chicas y grandes: dorado, carpa, pejerrey, trucha, tiburón, corvina, pez vela…
–Perdón… ¿dijiste tiburón?
–Tiburón grande todavía no pesqué, pero sí el cazón, que es el tiburón más chico, tiene más o menos el tamaño de un brazo, para que te des una idea. El mar es quizá lo que más me gusta para ir de pesca, acá en Villa Gesell se entra en gomones preparados.
–¿Hacés pesca con devolución?
–La mayoría de las veces, por una cuestión de respeto a la naturaleza y a la nobleza de los peces. Pero a veces, en lugares como el Paraná, por ejemplo, cuando hay una buena pesca y saco un ejemplar que supera al doradillo, lo conservo y a la vuelta lo cocino para compartirlo en familia. No me gusta lo dañino.
–Disfrutás del logro, pero luego pez al agua.
–Una trata de retirar el anzuelo con cuidado, después deja registro, se saca la foto, pero el momento de la devolución también es emotivo, no sé muy bien cómo explicarlo, tiene algo de bello y natural.
–¿Hay prejuicios con la mujer en el mundo de la pesca o está todo bien?
–Mirá, si los hay, nunca les presté atención. A mí nunca me molestó que me vean como una mujer pescadora. Mi pasión por esto empezó de muy chica, porque mis viejos antes de que yo empezara a caminar ya me habían puesto una mojarrera en la mano. Nosotros somos de acá de Córdoba, pero apenas había un bache lo primero que hacíamos era irnos al San Roque, a Los Molinos, al Piedras Moras, a Mar Chiquita.
–¿Te conocés cada lugar donde se puede tirar un anzuelo?
–Me apasionan todos los espejos de agua, también los ríos y hago excursiones mar adentro, pesco piezas chicas y grandes: dorado, carpa, pejerrey, trucha, tiburón, corvina, pez vela…
–Perdón… ¿dijiste tiburón?
–Tiburón grande todavía no pesqué, pero sí el cazón, que es el tiburón más chico, tiene más o menos el tamaño de un brazo, para que te des una idea. El mar es quizá lo que más me gusta para ir de pesca, acá en Villa Gesell se entra en gomones preparados.
–¿Hacés pesca con devolución?
–La mayoría de las veces, por una cuestión de respeto a la naturaleza y a la nobleza de los peces. Pero a veces, en lugares como el Paraná, por ejemplo, cuando hay una buena pesca y saco un ejemplar que supera al doradillo, lo conservo y a la vuelta lo cocino para compartirlo en familia. No me gusta lo dañino.
–Disfrutás del logro, pero luego pez al agua.
–Una trata de retirar el anzuelo con cuidado, después deja registro, se saca la foto, pero el momento de la devolución también es emotivo, no sé muy bien cómo explicarlo, tiene algo de bello y natural.
–¿En tu casa estás bien equipada?
–Tengo lo que se te ocurra. Desde lo básico como las cañas mojarreras, cañas para pejerrey de lago o de mar, telescópicas, para carpa, para trucha. La pesca de la trucha la tengo algo abandonada porque requiere de mayor tiempo.
–¿Utilizás la pesca como un momento de intimidad y reflexión?
–Habrás notado que hablo hasta por los codos, bueno, la pesca es el único momento en que me callo la boca. Puedo poner mi cabeza en blanco, es un lapso en que uno se puede elevar, estar en una dimensión distinta a la de la rutina.
–¿Con quién vas?
–Con mi marido. Y todo es medio loco, porque cuando lo conocí, después de varias salidas decidió alquilar una balsa en el dique Los Molinos y ahí, pescando, fue cuando nos dimos nuestro primer beso y nos pusimos de novios en serio. A mi nena, que tiene cinco años, también le encanta.
–¿Y cómo viene la pesca de noticias este año? ¿Seguís con tus laburos habituales?
–Con todos. Sigo en El Show de la Mañana, ahora con Verano Compartido que va los sábados por Canal 12 a las 15.30, y haciendo producción de contenidos en otros envíos como Economía para no economistas y Mundo Inmobiliario. Por supuesto, siempre con la expectativa de que puedan surgir cosas nuevas o proyectos en los que valga la pena y el esfuerzo embarcarse.
Fuente: Día a Día
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Entrá en el Blog, registrate, y dejá tu comentario, indicando tu Nombre y Apellido/Nick en el cuerpo del mensaje
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.