Horacio Pascuariello de Crónica Pesca
nos cuenta una porción de la historia
de la Costanera Norte Porteña,
y nos relata los detalles de uno de los
Concursos organizados en ese eterno pesquero
En la Ciudad Autónoma de Bueno Aires, a pesar del frío, los porteños siempre nos encontramos para tirar unas lineas...
El entusiasta grupo se encontró con un grave contratiempo, cuando un temporal los dejó sin muelle: allí se dio el primer episodio de fanatismo por este naciente deporte.
Un comisario de policía de nombre Julio Almarza, ya aficionado al deporte y amigo personal del presidente Figueroa Alcorta, consiguió de este un permiso para pescar en Dársena Norte.
La autorización se circunscribía a un número limitado de personas, en total 25.
Con anterioridad, Julio A. Roca había concedido su pasaporte a 50, los que se reunían en el Muelle de los Franceses, lo que devino con el tiempo en lo que es hoy el Club de Pescadores y en una pasión que se trasladó a todos los ámbitos de nuestro territorio.
Con anterioridad, Julio A. Roca había concedido su pasaporte a 50, los que se reunían en el Muelle de los Franceses, lo que devino con el tiempo en lo que es hoy el Club de Pescadores y en una pasión que se trasladó a todos los ámbitos de nuestro territorio.
Hoy en día la costanera porteña, que vio pasar generaciones completas de familias pescadoras, sigue siendo escenario de los primeros pasos de muchos devotos de la caña, y punto de encuentro para amigos, agrupaciones y clubes que realizan allí sus concursos, como el que llevó a cabo el Club de Pescadores Banfield en conjunto con la Comisión de Pesca de la Línea General Roca.
Desafiando el frío, más de 130 fanáticos se hicieron presentes desde muy temprano en el sector ubicado frente al aeroparque Jorge Newbery con la premisa de capturar a estos mañeros pejerreyes que en general son pequeños y difíciles de clavar, pero que en esta ocasión estuvieron a la altura de la reunión en cuanto a tamaños.
Desafiando el frío, más de 130 fanáticos se hicieron presentes desde muy temprano en el sector ubicado frente al aeroparque Jorge Newbery con la premisa de capturar a estos mañeros pejerreyes que en general son pequeños y difíciles de clavar, pero que en esta ocasión estuvieron a la altura de la reunión en cuanto a tamaños.
El incentivo no fue solo la competencia sino que además se entregaba un kayak al que obtuviera el primer lugar y otro por sorteo.
A partir de las 9 horas dio comienzo el certámen auspiciado por boyas Mauri, las cuales eran utilizadas por todos los participantes y llenaron de color el paredón de la costanera.
Los piques comenzaron a darse por sectores, con pejerreyes que iban de los 20 a los 29 centímetros, por momentos se obtenían dos o tres capturas seguidas para luego volver a detenerse, hecho que no amedrentó a los persistentes participantes quienes hasta el último minuto estuvieron atentos a los movimientos de las boyas.
Con un entretenido clima de camaradería, entre mates y empanadas, fue llegando el mediodía.
Con un entretenido clima de camaradería, entre mates y empanadas, fue llegando el mediodía.
Después de las 13 horas comenzaron los cómputos y la entrega de premios, que dejó en primer lugar a Ricardo Lorenzi, en el segundo a Oscar Vanegas, tercero a Sergio Vanegas y en cuarto lugar a Hernán Matteis.
Seguiremos estando presentes y apoyando este tipo de encuentros.
El próximo está anunciado para el 12 de julio.
para Crónica Pesca
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