Crónica Pesca nos trae el relato de
un mosntruoso Tiburón capturado
hace unos años en el Sud Este Brasileño
Los archivos de Daniel Consolé vuelven a abrirse para mostrar el
extraño caso de un monstruoso tiburón aparecido en la redes de un
pesquero, publica el suplemento Pesca del Diario Crónica.
Gran controversia creó la aparición de un monstruoso tiburón de 4,20 metros y 390 kilogramos en las redes de un pesquero marplatense el 9 de junio de 1996, el raro especimen fue levantado en aguas marinas del sudeste brasileño por el "Mellizo IV" dejando perpleja a su tripulación. Este resonante caso sacudió a la sociedad científica y para dilucidar el origen de este antiquísimo pez en aquella ocasión consultamos a la Dra. Gabriela Piacentino y al Prof. Víctor De Víctor.
Las primeras apreciaciones vertidas por los científicos indicaron que pudo tratarse de un gran tiburón conocido vulgarmente como "tiburón durmiente", nomenclado científicamente como Somniosus Microcephalus. El escualo fue capturado por una red merlucera y trasladado luego de su evisceración a dependencias del INIDEP para su investigación científica.
Las mandíbulas están munidas de dientes unicuspidados, los del maxilar superior son de forma lanceolada y los correspondientes al inferior son acentuadamente mas anchos, con cortas y oblicuas cúspides y están ubicados de manera superpuesta. Son voraces carnívoros, se alimentan de focas y otros pinnípedos, incluyendo en su dieta también aves acuáticas, peces, langostas y hasta osos polares. Su hígado es muy voluminoso y contiene abundante cantidad de aceite, rico en vitamina A. La carne de éste tiburón en estado fresco es tóxica. Semiputrefacta o seca es apta para su uso en la elaboración de alimentos balanceados.
En salazón, es parte de la dieta de los esquimales y otros habitantes del Artico. Son peces de grandes profundidades, hasta 1.200 metros, registrándose capturas cuyas dimensiones orillaron los 7 metros de longitud y un peso cercano a los 1.000 kilogramos. Habita en aguas con temperaturas que oscilen entre los 0,6 y los 12 grados centígrados; no obstante, es una especie común para éstas latitudes. Se reconocen tres especies distintas dispersas en el Atlántico Norte, , Mediterráneo del Oeste y Océano Pacífico; Mar de Behring y Sur de Baja California, en el Artico, Atlántico Norte, Islandia, Mar Blanco, Mar del Norte Sudáfrica y en la Isla Korgueler.
Seguramente usted, amigo lector, tendrá casi nulas probabilidades de lograr un ejemplar como al cual nos referimos, pero, de lo que estamos seguros es que quienes vieron emerger éste tiburón monstruo se encontraron con el limite de lo imaginado y lo imaginado y un escalofrío recorriéndoles el cuerpo, imagen que nunca olvidaran y será tema de conversación hasta el último de sus días.
Las primeras apreciaciones vertidas por los científicos indicaron que pudo tratarse de un gran tiburón conocido vulgarmente como "tiburón durmiente", nomenclado científicamente como Somniosus Microcephalus. El escualo fue capturado por una red merlucera y trasladado luego de su evisceración a dependencias del INIDEP para su investigación científica.
Las mandíbulas están munidas de dientes unicuspidados, los del maxilar superior son de forma lanceolada y los correspondientes al inferior son acentuadamente mas anchos, con cortas y oblicuas cúspides y están ubicados de manera superpuesta. Son voraces carnívoros, se alimentan de focas y otros pinnípedos, incluyendo en su dieta también aves acuáticas, peces, langostas y hasta osos polares. Su hígado es muy voluminoso y contiene abundante cantidad de aceite, rico en vitamina A. La carne de éste tiburón en estado fresco es tóxica. Semiputrefacta o seca es apta para su uso en la elaboración de alimentos balanceados.
En salazón, es parte de la dieta de los esquimales y otros habitantes del Artico. Son peces de grandes profundidades, hasta 1.200 metros, registrándose capturas cuyas dimensiones orillaron los 7 metros de longitud y un peso cercano a los 1.000 kilogramos. Habita en aguas con temperaturas que oscilen entre los 0,6 y los 12 grados centígrados; no obstante, es una especie común para éstas latitudes. Se reconocen tres especies distintas dispersas en el Atlántico Norte, , Mediterráneo del Oeste y Océano Pacífico; Mar de Behring y Sur de Baja California, en el Artico, Atlántico Norte, Islandia, Mar Blanco, Mar del Norte Sudáfrica y en la Isla Korgueler.
Seguramente usted, amigo lector, tendrá casi nulas probabilidades de lograr un ejemplar como al cual nos referimos, pero, de lo que estamos seguros es que quienes vieron emerger éste tiburón monstruo se encontraron con el limite de lo imaginado y lo imaginado y un escalofrío recorriéndoles el cuerpo, imagen que nunca olvidaran y será tema de conversación hasta el último de sus días.
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