Cornos para todos los gustos en las costas de Mar del Plata

Te presentamos un informe de El Día de La Plata

acerca de las caraterísticas de la pesca de Cornos

en las costas de Mar del Plata

El Corno es uan especie que da muy bienos combates.

Es conveniente usar cañas largas para lograr un mayor alcance.

En las escolleras es apropiado utilizar un rulero cebador.

Hay ejemplares de todos los tamaños y, si las condiciones lo permiten, la pesca está asegurada.

Esta especie es extremadamente luchadora a la hora de ser pinchados. Su fibra y velocidad dan incansable desafió y en muchos casos se corta sus labios en el intento de fugarse, y esto hace mas que entretenida su captura.

Como en todos los casos de migración, los mas adultos son los primeros en llegar, debido a que en la mayoría de los casos estos pejerreyes ya han vivido experiencias migratorias, y es así que con el enfriamiento del mar, por las corrientes de Malvinas, comienzan a inquietarse por las diferentes presiones que dificultan el crecimiento de las huevas y comienzan la retirada en grandes cardúmenes, quedando rezagados aquellos que ninguna experiencia anterior han tenido en ese proceso de migración, hasta sentirse obligados a retirarse por las bajas temperaturas del agua y siempre guiados en cardúmenes, mientras que los mas pequeños quedan en el lugar de origen.

Las condiciones del tiempo son vitales para que la especie se arrime a la costa, es decir de surgir una secuencia de días con vientos leves predominantes del sector sud o sudoeste es casi un hecho que en todo el ámbito de Mar del Plata el Corno se encuentre tanto en escolleras como a tiro de caña de cualquier costa, como está ocurriendo en estos momentos en que las condiciones son óptimas.

Cuando surgen fuertes vientos o predominan del sector norte, éstos enturbian las aguas y el corno se aleja de la costa, internándose en la zona de Restingas, donde tienen alimento por demás y temperaturas adecuadas.

La franja de pesca marplatense para esta especie está marcada desde Los Acantilados hasta el centro de la Ciudad. Y si va a pesca de costa es prudente caminar bien los lugares hasta observar desde la misma ciudad los claros de agua más limpios, en lo posible de color celeste o mezclado con verde, ya que es importante que la transparencia esté dentro del metro con nitidez.

En las playas, es muy rendidor arrojar constantemente ceba en la misma arena para que el empuje del agua arrastre la misma internándola mar adentro. La hora indicada es el pico de la creciente hasta terminada la bajante. En escolleras, es oportuno observar a los lugareños, ya que el marplatense es un excelente buscador de esta especie y conoce sus secretos.


Fuente: El Día de La Plata

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