Llegó la hora de los grandes de verdad, cruzando el charco

Viva la Pesca de Diario Popular

nos presenta el relato de una salida a

las Costas Uruguayas del Río de la Plata,

donde se consiguen exelentes matungos

 
Este año el Río de la Plata vuelve a dar muestras de su enorme generosidad, con pejerreyes de tamaño que prácticamente no se ven en el resto de la geografía bonaerense. Berisso, polo pescador por excelencia, vuelve a ratificar que es un punto clave para lograr los matungos de ensueño que desvelan a pescadores de todo el país.

Pero claro, hay matices: no es lo mismo dar "la vuelta al perro" haciendo pescas cercanas a la polucionada costa bonaerense, que hacer un "cruce al charco" navegando más de 35 km. para pescar sobre las cristalinas aguas uruguayas cercanas a Colonia.

Esa aventura es la que vivió nuestro colaborador Gustavo Miranda y su grupo de amigos (Roberto Cufré, José Rodríguez y Sergio Sierra), recientemente, guiados por Oscar Creo, quien acaba de adquirir una moderna embarcación de 10 metros motorizada con un nuevo y potente 200 HP.

Así las cosas, navegando seguros y disponiendo de amplio espacio para pescar cómodos, llegaron a destino en una mañana muy fría y tras armar la calle de ceba y los equipos (cañas Surfish Chasicó, Spinit Spectrum y Tech Karma, con reeles Spinit Phanter y Shimano Sonora) y echaron líneas al agua.

Según el viento y la marea (siempre conviene que sople viento del cuadrante Sur), la zona elegida, en la que trabajan las tres lanchas asociadas (siempre es bueno contar con apoyo o al menos intercambiar datos de pique cuando se está a tanta distancia del punto de partida), la cancha de pesca puede ser a 15 km. pasando la Hillstone hacia el Este o bien a 25 km. de esa boya ubicada en el medio del río.

Una vez iniciado el gareteo, hubo que esperar apenas un cuarto de hora para tener las primeras respuestas, que marcaron la tónica del día: no mucho, pero sí enormes pejerreyes. El primer par de piezas pasó los 700 gramos, entusiasmando sobremanera al grupo entero.

A su turno, todos fueron cobrando ejemplares, con muy pocos por debajo de la medida mínima y muchos matungos para el asombro. Hubo algunas piezas que pasaron el kilo de peso, e incluso nuestro amigo Miranda logró un doblete en su boya puntero tipo palito, de ejemplares que anduvieron en los 900 gramos. Fue una pelea inolvidable, a pura adrenalina, con ambos matungos pujando por zafar y armando un zafarrancho a bordo que obligó a recoger a sus compañeros para darle lugar al copo que felizmente logró concretar ambas capturas.

El guía sostiene que la zona siempre le brinda este tipo de ejemplares, en cantidades variables según el día elegido y la mano de los pescadores de a bordo. Lo cierto es que la posibilidad de lograr el superpeje de nuestros sueños está muy presente en este ámbito (en esta jornada se lograron 55 piezas entre 4 pescadores y 10 anduvieron en el kilo), donde se recomiendan encarnes generosos de dos o tres mojarras, y engrosar las brazoladas a 0,35 o 0,40 para asegurarnos no perder las piezas una vez clavadas. Vaya y disfrute.


Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular

 
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