Otro papelón y van... por La Gaceta

Gustavo Rodriguez desde La Gaceta

nos relata un intento de denuncia a malloneros

que colaban el Dique El Cadillal

que no fue atendido

El Cadillal, pese a las permanentes denuncias, sigue siendo el lugar elegido de los furtivos para atentar contra la fauna ictícola. 

Los celulares comenzaron a sonar el domingo a las 10. Un deportista que estaba pescando en El Cadillal detectó a dos furtivos que, a bordo de una canoa blanca con remos rojos, estaban limpiando el espejo con un trasmallo. La alarma se encendió en ese preciso momento y los celulares no pararon de funcionar.

Dirigentes de los clubes de pesca y de la Asociación de Pescadores Deportivos de Tucumán no se quedaron de brazos cruzados ante el nuevo ataque a la fauna ictícola. Denunciaron la presencia de los depredadores a la Policía Ecológica, al 911, a Flora y Fauna y a los otros deportistas que estaban en el interior del lago para que los vigilaran y siguieran sus pasos.

Los pescadores actuaron como informantes. Arrimaron sus embarcaciones a la canoa y siguieron cada uno de sus pasos. No actuaron, porque como todos saben, los depredadores suelen estar armados. Avisaron que dos jóvenes colocaron las redes en la zona de El 14 y se retiraron hacia la orilla, donde los esperaban otros cuatro en la zona de El Cardumen. Todos se movilizaban en motocicleta.

Enterado de lo que estaba ocurriendo, Carlos Riviere, de Flora y Fauna, se comunicó con la Unidad Regional Norte para denunciar que se estaba cometiendo el ílicito. Le contestaron con la tradicional frase “ya nos dirigimos al lugar”. Idéntica respuesta obtuvieron los que llamaron al 911. Desde la Ecológica, en cambio, se explicó que sólo tenían dos hombres de guardia y que harían lo imposible para trasladarse lo más rápido posible. Fue una contestación sincera, pero inentendible, ya que es poco serio decir que sólo dos personas pueden vigilar el patrimonio natural de la provincia.

Mientras esperaban a la policía, los pescadores -Riviere no pudo actuar por la falta de colaboración de azules- seguían atentamente los movimientos. Así observaron cómo volvieron a navegar para levantar el trasmallo, salir del agua y cargar al menos seis bolsas con piezas de pejerreyes, bagres, sábalos y tarariras. Se subieron a sus motos y se marcharon del lugar antes de las 12.

Los “espías”, no pudieron observar dónde escondieron el trasmallo y guardaron la canoa, ya que era imposible que los trasladaran en los rodados que utilizaban para llegar al espejo. “Esos elementos quedaron guardados en algún lugar de esa zona. Por ahí no hay muchas casas”, dijo uno de los deportistas.

Con el dolor de no haber podido hacer nada por salvar el espejo, los pescadores asombraron cuando después de más de dos horas de haber realizado la denuncia, se presentó la Policía Lacustre, que tiene un destacamento en El Cadillal para tratar de secuestrar el trasmallo y detener a los autores. Obviamente que al llegar tarde no pudieron cumplir con ninguno de los dos objetivos.

En esta historia hay cuestiones que no se entienden. El año pasado, los Pescadores Deportivos se reunieron con Paul Hoffer, secretario de Seguridad. Acordaron que los deportistas realizarían las denuncias para que la Policía actuara de inmediato. Pero todo quedó en promesas, ya que después de casi seis meses, y decenas de denuncias privadas y públicas, sólo realizaron un secuestro de dos trasmallos.

Pero lo más grave es que el Estado no sólo sigue sin cuidar los recursos naturales, sino que no puede coordinar el trabajo de dos ministerios. El de la Producción gasta recursos -los que aportan los ciudadanos- para cuidar y repoblar la fauna ictícola de todos los sitios pesqueros. Sin embargo todo el esfuerzo, que no sólo es económico, sino también humano porque en esta tarea hay mucha gente involucrada, es en vano porque el de Seguridad no cumple con su tarea de cuidar, controlar y acabar con el accionar de los furtivos. Lamentable.

por Gustavo Rodirguez
para La Gaceta


Lea otras Denuncias haciendo click aquí