En dos jornadas, se orientaron los intentos al pejerrey
y a las corvinas, logrando además de rubias de ensueño,
gatuzos y pescadillas. Un gran momento para
uno de los pesqueros más rendidores
A pocos días del gran concurso de pesca Semana Santa en San Blas con una camioneta 0 Km a la pieza mayor, relevamos el pesquero considerado "el paraíso de los pescadores", en busca de sus grandes corvinas, que son las estrellas de la pesca variada de embarcados.
Leonardo Javier Nana y su amigo Hernán, partieron el pasado fin de semana desde Quilmes comandando este relevamiento. Fueron por Ruta 3 hasta Olavarría, luego por la 51 y la 76 para ir por Pringles y desde ahí a Bahía Blanca para volver a tomar Ruta 3 hasta Stroeder (Km 918) en donde se toma el camino de acceso a la bahía, de ripio en buen estado (igual hay que ir despacio para no dañar el auto), por los últimos 50 km.
Tras alojarse en uno de los coquetos bungalows del complejo San Francisco, durmieron unas horas y a la mañana siguiente iniciaron el primer plan, en busca del pejerrey. Tras esperar la creciente, se embarcaron en el Victoria III de Ariel Favía junto a un grupo de 9 cordobeses de la barra pesquera "los cornalitos" y navegaron 20 minutos hacia la primera parada.
Los aparejos iban a gusto del consumidor, ya que los pejes comían a flote y a fondo. A fondo, salían los de mejor tamaño, y cada tanto se prendía algún gatuzo. También rendía muy bien la línea local, una zanahoria tipo pater con dos anzuelitos.
Pero Leonardo fue fiel a su modo de pescar usual. Con línea de tres boyitas. Y en todas las formas de pesca se dieron pejes, encarnando con camarón al principio y con filet de los propios pejes después.
Todo peje parejito, de 30 a 40 cm y entre todos lograron un cosechón de 450 piezas en 6 horas, sumando unos 50 gatuzos. Tratándose de cordobeses a bordo, no faltó la clásica picadita bien acompañada con fernet.
La hora de las corvinas
La segunda jornada tuvo como objetivo a las corvinas. Salieron más temprano, ya que se navega más tiempo, poniendo proa al Culebra, canal que hay que pasar indefectiblemente en creciente. Hora y media de marcha hasta el pesquero y, una vez anclados, todo valió la pena.
Con clásicos aparejos de fondo y pescando en una profundidad de unos 8 metros, con dos anzuelos (el de abajo encarnado con langostino grande y en el de arriba anchoíta), iniciaron una sucesión de capturas en donde de entrada Sergio el Keko Nana se destacó con un corvinón que a la postre fue el más grande de la jornada: acusó 4,950 kg en la balanza digital.
Leonardo Nana exigió al máximo su caña Shimano Clarus y su reel Shimano Cardiff con otra corvina notable, de 4,5 kilos. Estas batallas dejan cansados a los pescadores, dado que izar una corvina de estos tamaños exige mucho esfuerzo físico. Por momentos, sólo salían gatuzos y había que moverse.
En otra zona, a 20 minutos de marcha, predominaron las pescadillas. Era tal el furor del pique que los muchachos empezaron a encarnar con pescadilla fileteada.
A eso de las 17, regresaron al punto más rendidor para las corvinas y volvieron a pescar esta especie, cerrando la tarde de manera fabulosa y divertida y tocando playa nuevamente a las 20.30.
Tras a los pescados destinados a consumo en el freezer del complejo, emprendieron el retorno a Bpegarles una buena freezada uenos Aires con la alegría inmensa de haber peleado con unas rubias inolvidables que los dejaron a todos con ganas de volver a San Blas. Tal vez el concurso de Semana Santa sea la mejor excusa para disfrutar nuevamente de las bondades de la bahía y, con suerte, volverse en una Toyota 0 Km.
Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular
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