La temporada está cambiando,
y si bien aún le falta asentarse ya está dando
sus primeros frutos con pequeñas Bogas
Se vino la primavera y con ella nuestro hermoso Río de la Plata ingresa en una etapa de transición de especies, siendo la oportunidad para dar con diversidad de peces que lo habitan simultáneamente.
Sin embargo, no fue fácil obtener las primeras boguitas en un comienzo de la primavera con tiempo difícil, lluvias y vientos fuertes que predominaron durante septiembre, lo que dificultó la pesca de variada.
Para ir a pescar al Parque de los Niños, como siempre nos basamos en los informes de Francisco Navares de La Puerta de Pescadores, situada en el ingreso al Club de Pescadores frente al Aeroparque porteño, donde obtuvimos como carnada masa dulce y salamín.
A comienzo de la temporada es necesario proveerse de varias carnadas, pero a medida que avanza la temporada las bogas van prefiriendo alguna carnada sobre otra; siendo la masa con esencia de vainilla es la que suele llevar ventaja.
Para llegar al Parque, transitamos la avenida Cantilo en dirección hacia Provincia, luego de pasar la cancha de River Plate, y antes de la subida a General Paz, encontraremos a mano derecha una calle lateral con la que accedemos hacia la costanera del Parque de los Niños.
Durante nuestra visita el horario era hasta las 18, pero en verano se extiende hasta las 20. El acceso es gratuito
Para comenzar las acciones, armamos cañas ultra livianas de 15 libras de acción con pequeños reeles del tipo huevito, ya que no se necesitan lances lejanos para dar con el pique; es más, bien cerca a las piedras del murallón es donde las bogas se acercan a comer los mejillones incrustados en las rocas.
Es arriesgado lanzar allí por el enganche, pero las posibilidades de pique aumentan considerablemente.
Ramón, un asiduo concurrente fue el mas eficaz a la hora de no errar pique; es sabido que esta especie come a mordiscones y la mayoría de las clavadas son fallidas, hay que estar muy atento, con la caña en la mano para dar la clavada en el momento justo.
Rápidamente se puso en ventaja, obteniendo 4 ejemplares de mediano porte.
Luego de varios piques perdidos, me decidí por poner menos carnada, hice una pequeña bola de masa y en el centro hundí el anzuelo tratando de dejar libre la punta; lancé a no mas de 15 metros.
Al rato pico una boga y al sentirse pinchada y por la poca profundidad del lugar, la boguita me regaló un hermoso salto fuera del agua.
Una captura que por ser la primera de la temporada para mí, no voy a olvidar fácilmente; suavemente la depositamos en el mediomundo y la devolvimos al río.
Fuente: El Día de La Plata
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bien por la devolución, en el parque lamentablemente son pocos los que lo hacen, te felicito, nosotros con mi primo hacemos lo mismo para bajarlas, porque la gente no sabe q al tirarlas de tan alto del paredón se les explota la vejiga natatoria, saludos.
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