Lugares: Bahía San Blas Un paraíso ictícola que deslumbra con sus recursos y con sus costas vírgenes

Esta localidad del distrito de Patagones,

que tiene a la pesca deportiva como atributo principal,

actividad que se extiende de octubre a abril,

crece en prestaciones cada temporada

Ubicada en la Isla del Jabalí, Bahía San Blas es el lugar en donde la pródiga naturaleza patagónica se expresa en toda su magnitud. Sus costas vírgenes, sus playas y su fauna son el tesoro que los visitantes valoran además de la tranquilidad y calidez de los isleños.

Este sitio es la meca de los pescadores deportivos por la abundancia y variedad de peces que se obtienen desde la playa o embarcado.

Además Bahía San Blas ofrece una muy completa y variada gama de servicios, que le permiten al turista disfrutar plenamente de las bondades naturales de este rincón del sur argentino.

Por sus características, principalmente por el hecho de estar situada dentro de un ecosistema compuesto por un conjunto de islas, bancos y aguas de poca profundidad (donde conviven gran diversidad de especies) se creó la Reserva de Usos Múltiples Bahía San Blas.

El mayor atractivo, aunque no el único que ofrece la bahía, es la pesca deportiva, ya que cuenta con una gran variedad de especies, que posibilitan que el arribo de los pescadores deportivos comience en octubre y se extienda hasta el mes de abril, dejando los meses de invierno para aquellos pescadores fanáticos del pejerrey y del panzón.

Sus playas de suave pendiente son ideales para disfrutar del sol y de la calidez del agua.

Esta bahía, por su característica de pozo marino, sin oleaje, y de playas de canto rodado y de arena, es el lugar elegido por los apasionados de la pesca deportiva dada la riqueza ictícola, sin mar de fondo ni marejada significativa.

Estos factores favorecen la captura de ejemplares de gran tamaño y la práctica de una actividad recreativa por demás placentera para los aficionados a este deporte.

Numerosos concursos de pesca desde la costa se organizan cada temporada, otorgando importantes premios a los ganadores.

Además durante el desarrollo de los mismos, Bahía San Blas se convierte en escenario de una diversidad de actividades recreativas, deportivas y culturales que invitan a toda la familia. Ofrece la oportunidad de practicar este deporte en confortables y modernas embarcaciones náuticas conducidas por experimentados guías de pesca que recorren las zonas de islas.

La gastronomía constituye otro de los atractivos de este lugar; las ostras de Bahía San Blas son un verdadero deleite para quienes gustan disfrutar de una cocina de excelencia.

Por otra parte, el tradicional cordero patagónico, los pescados y mariscos, entre otros, son los productos preferidos por los amantes de la buena cocina.

En la entrada a la localidad, se encuentra la Oficina de Informes Turísticos, donde se atiende cordialmente cada consulta.

Distintas variantes de estilo y tipo de pesca

Frente a la villa encontramos la costa de canto rodado con profundidades muy próximas a la playa de unos 15 metros, que se extienden desde el camping La Rebeca pasando frente a Prefectura hasta la desembocadura de la ría.

Hacia el sur, entre La Rebeca y la vieja mina de hierro -y luego bordeando la isla hasta poco antes de la Capilla de los Padres Franciscanos-, se extiende una zona de playas de arena, excelente para el intento de cazones entre los meses de setiembre y diciembre, además de una pesca variada conformada por pescadillas, corvinas, gatuzos, pez palo, chuchos y rayas. En sus canaletas se pueden lograr la mayoría de las especies de la zona.

Además existe una formación de pequeñas rompientes ideal para pescar el pejerrey panzón con líneas de fondo. En este sector se capturan también con mareas bajas almejas que luego se utilizan como carnada.

Una interesante alternativa la constituyen las embarcaciones deportivas y de pesca comercial que realizan salidas de pesca frente a la Isla Gama y en los riachos de las islas de la zona, donde los turistas tienen la posibilidad de capturar gran cantidad de especies, destacándose corvinas de gran tamaño, también pescadillas, chuchos y grandes rayas. La pesca de los más grandes, los escualos, suman alrededor de diez especies: cazón, gatuzo, palomo, bacota, escalandrún, martillo y pinta roja.

Otra de las posibilidades que ofrece el lugar es el arroyo Jabalí, donde con marea creciente se pueden obtener buenas cantidades de pejerrey a media agua y lenguados a fondo.

Fuente: La Nueva

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