Fiesta de Corvinas, por Crónica Pesca

Horacio Pascuariello, nos cuenta

en esta nota del suplemento Crónica Pesca

su embarcada en Pinamar en busca de Corvinas,

y los buenos resultados obtenidos

La ciudad de Pinamar, ubicada a unos 350 km de Buenos Aires, comienza su historia por el año 1835, momento en que don Félix de Álzaga recibe estos terrenos de Juan Manuel de Rosas. De ahí en más fue atravesando distintos periodos de crecimiento hasta que el 14 de febrero de 1943 se inaugura como localidad balnearia.

Al año siguiente, el Poder Ejecutivo Provincial aprueba el Plan Director, creado por el arquitecto Jorge Bunge, el cual permitió construir y urbanizar toda la zona respetando su topografía, detalle que no solo caracteriza su paisaje, sino también a Montecarlo, Ostende, Valeria del Mar y Cariló, que forman parte de su municipio.

Sus extensas playas hacen que explote de visitantes durante la temporada estival, pero ahora goza de una calma que permite practicar la pesca deportiva, tanto desde la costa como embarcados sin perturbaciones, lo cual es otro de sus fuertes atractivos, poco difundidos, que hoy les mostramos.

Para lograr esta nota contamos con la guía de nuestro amigo Bruno Gonzales y la complicidad de unas condiciones climáticas ideales. Salimos desde la playa embarcando de una manera espectacular, ya que tuvimos que superar los rompientes trepados al semirrigido que nos transportaba, después nos esperaba un mar tranquilo y la compañía de una manada de toninas hasta el punto elegido para la pesca.

Navegamos apenas 2 kilómetros para encontrar un gran cardumen en el ecosonda y una vez anclados comenzamos una inesperada maratón de piques. Encarnando con anchoa fresca logramos todas las especies que se presentaron: chuchos, rayas, gatuzos -de los más diversos tamaños que volvieron al agua- , pescadillas, congrios y corvinas, estas últimas por su tamaño y potencia pasaron a ser la atracción de la jornada ya que debido a la lucha que ofrecían pasaron a ser las buscadas por la tripulación.

Vale aclarar que al no tener prácticamente vientos que movieran la embarcación, el disfrute fue completo permitiendo inclusive algunos lances de flote buscando pejerreyes y de artificiales modalidad conocida como jigging. También en cuanto a equipos nos dimos el lujo de llegar a utilizar algunos muy livianos y llevar el desafió al extremo. A las 16.00, después de 4 horas intensas de pesca, dimos por concluida la jornada y volvimos con una leve bruma como cortina de despedida mientras dirimíamos quién había obtenido la corvina más grande. Informes por salidas: Señal Team, 02254401808.


por Horacio Pascuariello
para Crónica Pesca

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