Gustavo Rodríguez nos brinda en esta nota
de La Gaceta, los detalles de un operativo
que desató una polémica en Tucumán
"Fue un importante golpe a los pescadores furtivos", destaca el comisario Néstor Osores, titular de la Dirección General de Bomberos al informar sobre el secuestro de 400 metros de trasmallos, varias barjadoras y dos embarcaciones que concretaron en la zona de El Cadillal por personal de la Policía Lacustre.
Los resultados del procedimiento se dieron a conocer horas después de que en LG Deportiva publicara una nota sobre el accionar de los furtivos en ese principal sitio pesquero que hasta el sábado 11 de octubre se encuentra vedado. "El operativo se concretó el jueves, pero lamentablemente no pudimos identificar a sus propietarios porque se escondieron en el monte", agrega Osores en una charla con Hay Pique.
El jefe de la Dirección Bomberos confirmó además que los controles de la Policía Lacustre son permanentes en El Cadillal y en La Angostura. "El gran problema que tenemos es que los furtivos se avisan con celulares los movimientos que realizamos y rápidamente levantan las redes o se escapan sin que podamos hacer nada. Los modernos sistemas de comunicación son nuestros principales enemigos", explica.
Osores confirmó que el procedimiento se desarrolló en la cola de El Cadillal, cerca de la desembocadura del río Salí. A los pescadores les llamó la atención el sitio elegido por los furtivos para arrojar las redes, puesto que en esa zona casi no hay agua por la sequía y no tiene sentido que arrojen redes de 400 metros de largo y dos de alto.
El operativo también generó sorpresas en la Dirección de Flora y Fauna. A cinco días de haber realizado el procedimiento, las autoridades no fueron ni siquiera informadas sobre el secuestro que realizaron. "Como no se pudo detectar a las personas dueñas de los elementos, no se labró un acta. Todo está en calidad de depósito en nuestras dependencias",explica Osores.
Según la Ley 6.292, la Policía, si es que no encuentra a los responsables de los elementos secuestrados, está obligada a realizar al menos un sumario para entregar, junto al decomiso, a los responsables de Recursos Naturales, que como autoridad de aplicación, deben decidir sobre el destino final de esos elementos que, en la mayoría de los casos, son destruidos.
El hecho, que debería ser motivo de alegría para los pescadores, terminó desatando una polémica que nadie a ciencia cierta sabe dónde terminará.
por Gustvo Rodríguez
para Hay Pique // La Gaceta
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