Con Dorados llamados a silencio, las Tarus
nos compensaron con creces. Nuestros invitados especiales
fueron el humorista Martín Bilyk y el joven Lalo Cot,
que a sus 7 años demostró ser un experto en bait cast
Más allá de las satisfacciones deportivas, la pesca nos permite dos grandes satisfacciones: compartir momentos inolvidables con amigos o con nuestros hijos.
Ambas situaciones tuvieron como escenario el pasado viernes a Gualeguay, extraordinario pesquero para el amante de la pesca con artificiales. Porque por un lado, a quien esto escribe y su pata habitual, Gustavo Miranda, se nos sumó una presencia de lujo: la del humorista y periodista Martín Bilyk, célebre por sus imitaciones en Radio Mitre y en el programa Periodismo para Todos de Jorge Lanata. Y por otro, Jorge Cot nos trajo a su encantador hijo Alonso, 'Lalo' para los amigos, una delicia de criatura que no solo tuvo un impecable comportamiento a bordo sino que demostró ser un grande con la caña en la mano: a sus juveniles 7 años castea en bait casting como un experto, con una precisión asombrosa. Hijo'e tigre que, como ya veremos, nos dio una grata sorpresa a la hora de los piques.
Tras una hora de navegación arrancamos la pesca testeando unas barrancas sobre el Paraná, en cuyo palerío siempre se dan Dorados. Pero pese a que peinamos kilómetros de río, solo pudimos cobrar tres Doraditos muy chicos, ante la sorpresa de un Cot que no podía entender cómo esos Dorados de hasta 7 kilos que venía sacando se llamaron a silencio. Porque estar, estaban, pero en el medio del río, ya que los veíamos saltar, pero nunca se volcaron a comer a las costas.
Así transcurrió una mañana entera, probando en salidas de agua negra, metiéndonos en cursos interiores esquivando las omnipresentes redes comerciales que tanto daño producen, y bajándonos a testear en algunas 'cuevas' que el guía tiene como ases en la manga. Pero todo fue en vano.
Paramos para un receso al mediodía descansando de los 36 grados de calor para almorzar bajo la sombra de un ceibo y tras la reparadora siestita y almuerzo, volvimos a intentarlo por la tarde, probando suerte con las Taruchas. Y allí sí que no fallamos: el pronóstico de Jorgito con las Tarus se cumplió.
Bastó tocar tierra en una lagunita interior para ver escapar de la costa, algunas Taruchas asustadas. Bajamos con los señuelos tarucheros y empezó la fiesta: primero en mi rana Highlander de Spinit con hélice, luego en mis combos de cucharas Mepps con Highlander, la infalible Moss Boss y en el nuevo plop de Pes (herencia del viejo Plop de Del de renovada factura, que pronto volverá al mercado de nuevo).
Pero el que dio la nota fue Lalo, quien clavó con maestría y en bait cast, un Taruchón de 3,5 kilos, que peleó solito como un campeón. Su orgulloso papá lo ayudó con el bogagrip para izar la pieza una vez varada, y tras las fotos y filmaciones de rigor, nos turnamos para felicitar al nene por haber logrado el trofeo del día.
Habiendo hecho una cuantiosa pesca en spinning y bait, quise probar en una colita de la laguna en fly cast, para lo cual he vadeado un arroyito terminando en el lugar elegido.
Viendo que allí las Tarus no preferían poppers, opté por streamers que suelo usar para Dorados y allí se multiplicaron las respuestas, con ejemplares que pasaban los dos kilos.
Una fiesta con artificiales en Gualeguay, la patria de la Tararira.
por Wilmar Merino
para Viva la Pesca de Diario Popular
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