Especies: El Pacú o Mbiraí - Piraí

 

Los amigos de Extremo Litoral nos traen

un informe con los detalles y caracteríticas

del combativo Pacú

Pacú o mbiraí-piraí (Piaractus mesopotamicus)

El pacú, mbiraí o pez chato (Piaractus mesopotamicus) es un pez de agua dulce, nativo de la cuenca de los ríos Paraguay y Paraná. Es robusto, de forma ovoide, y lateralmente aplanado. Alcanza los 45 cm de largo, y los 20 kg de peso. Sus escamas son grises o plateadas, con el vientre blanco y el pecho de color amarillo dorado. Presenta en los flancos salpicaduras negras, y las aletas son amarillas o anaranjadas, con un reborde negro.

Pacú es el nombre vernáculo de un pez fluvial del orden de los teleóstidos de gran tamaño y de color pardo, abundante en los ríos del país, con una dentadura muy fuerte, escamas pequeñas y cuerpo ovalado: puede llegar a 80 cm. de largo o más.

Es omnívoro, alimentándose de crustáceos, insectos y vegetales. Prefiere ambientes subtropicales; hacia marzo remonta el río buscando zonas más cálidas, y vuelve a descender hacia octubre. Desova en verano, entre diciembre y enero.

Su carne es considerada como una de las más exquisitas de los peces de río.

Características:

Pardo plomizo. Es dorado lustroso con pequeñas manchas negras en los flancos, aletas anaranjadas con bordes negros excepto la aleta dorsal que es ahumada.

Generalidades:

Cuerpo comprimido con un perfil dorsal convexo y cubiertos de escamas muy pequeñas, excepto sobre la cabeza. Esta es pequeña y robusta, con ojos medianos y fosas nasales grandes, cercanas a los ojos, que le confieren un excelente olfato. Tiene una boca pequeña dotada de poderosa dentadura. Aletas pectorales, abdominales y dorsal muy pequeñas con respecto a la anal. Por su régimen alimenticio es herbívoro, la base de su dieta lo constituyen vegetales y frutos de plantas acuáticas; no obstante ingiere también caracoles, camarones y peces pequeños. Es migratorio. Su peso promedio es de 4 a 5 kilos. En la edad adulta alcanza aproximadamente 50 cm. de largo.

Distribución geográfica: 

Cuenca del Plata (ríos Paraguay, Paraná y Uruguay y Río de la Plata). Desde la década del 80 no se la detecta en el río Uruguay y últimamente en el Paraná Inferior. Su pesquería actual está situada en el Alto Paraná, habiendo disminuido drásticamente en talla y peso (promedio de 3 kg en puerto de Corrientes).


Datos biológicos:

Es un pez migratorio de alimentación omnívora que incluye moluscos, crustáceos, pequeños peces y frutos. El tamaño más frecuente varía entre 40 y 60 cm de longitud total y 4 kg de peso, pudiendo alcanzar un metro de longitud total y hasta 20 kg de peso; aunque estos ejemplares son actualmente muy raros de obtener.

Pesca:

Se realiza con líneas o espineles encarnados con frutos, o bien con mallones a la deriva o calados en forma fija. Su cultivo se inició en la década del ´90 y actualmente se ha desarrollado hasta alcanzar cerca de 400 ton (2002), fundamentalmente ligado a la región del NE del país y con objetivo de consumo o bien, de pesca deportiva para cotos.

En nuestra zona se lo puede hallar en aguas abiertas en caídas de veriles y zonas de piedra donde come lo que arrastra el río.

Cuando el río está desbordado entra en los arroyos, lagunas y bañados donde tiene acceso a hojas, frutos y brotes.

Come desde frutos silvestres de la isla hasta pequeños peces, ranas, cangrejos y caracoles.

Se lo puede pescar cerca de la costa donde abundan los frutos y la vegetación. Se usa aparejo con un solo anzuelo y plomo corredizo. Se puede encarnar con coco, corazón, pajarilla, panceta, etc.

Cuando lo pescamos en veriles o piedras conviene aumentar el peso del plomo.

Otra modalidad es la pesca a la deriva muy cerca de la costa y lanzando hacia la costa imitando la caída de un fruto.

Al pacú se lo relaciona muchísimo con la región aledaña a Esquina (Ctes) donde entre el Río Corrientes y el Paraná, existe una maraña de arroyos y lagunas donde vive y se alimenta en la temporada estival.

Tres especies llevan el mismo nombre:
Matynnis maculatus que vive en los ríos Paraná, de La Plata, Uruguay, y Paraguay
Mylossoma duriventris en el mismo hábitat
Colosoma mitrei, llamado también pez chato o Piractus mesopotamicus que es la especie que nos ocupa.

Dice la gacetilla publicada en 1986: “El Pacú es un pez migratorio, de clima cálido que hace su aparición en Esquina en el mes de noviembre, aproximadamente, siempre que la temperatura del agua comience a elevarse. Es tradicional decir en la zona:”Se viene la creciente del pacú y la sandía”, pues antes de que existiera la ruta pavimentada, el medio de que se disponía para sacar el producto tan caro a los colonos locales, la SANDÍA, era la vía fluvial.”


“Este es un pez omnívoro, de cabeza pequeña y de igual boca, dueño de una particular dentadura característica de los animales que se alimentan con cualquier clase de alimentos orgánicos”.

Al llegar a Esquina, al río Corriente, varía su dieta y de alimentarse con crustáceos en aguas más turbias, pasa a ser vegetariano en estas límpidas aguas. De ahora en más su carne pasa a tener mayor exquisitez, llamándosele “lechón del río”.

“Y como los antiguos egipcios esperaban la creciente del Nilo para su ciclo de prosperidad, los esquinenses esperaban la cíclica crecida del Paraná y Corriente de la época del estío para llevar su tradicional producto a los centros de consumo y para alegría de los pescadores, llegaba el Pacú, pez de carne muy preciada.”

El experimentado en pesca reconoce su presencia cuando ve pasar plantas cortadas: las masitas, las verdes del agua, la pata de loro o el cacay dulce, no son más que desperdicios que usó el pacú como comida.

Tiene costumbres preferentemente diurnas y es un gran degustador de frutas regionales y engulle ibuahay, semillas de ingá y coco. Su fruta predilecta en el aguay, planta de las orillas de fruto sumamente dulce.

Se lo pesca usando precisamente, estos vegetales como carnada y también con dados de queso, de hígado, de corazón, carne de vaca, o simplemente masa de harina.

Es fundamental el detalle de no producir ruidos de ningún tipo al anclar la embarcación, hablar poco y en voz baja debido a que es muy sensible a la variación del medio.

De la consigna que pusimos a evaluación de los oyentes en el programa de radio, estos fueron los puntos que expusimos:


Se trata de un Animalito de nuestra fauna argentina y litoraleña. Se trata de un pez que habita los ríos de Brasil, Paraguay, Uruguay, parte de Bolivia y la Cuenca del Plata en la Argentina. Es un pez migratorio, de cuerpo robusto, y cubiertos de escamas muy pequeñas, excepto sobre la cabeza. Esta es pequeña y robusta, con ojos medianos y fosas nasales grandes, cercanas a los ojos, que le confieren un excelente olfato.

Tiene una boca pequeña dotada de poderosa dentadura. Tiene un hermoso color dorado lustroso, con tonalidades que van del claro al oscuro; en los costados tiene pequeñas manchas negras.

Las aletas son de un anaranjado vivo en partes, y en otras amarillo rojizo con el borde negro. Su vientre es blanco. El tamaño más frecuente varía entre 40 y 50 cm de longitud total y de 4 a 5 kg de peso, pudiendo alcanzar un metro de longitud total y hasta 20 kg de peso.

En las primaveras calurosas hace su aparición a mediados de octubre, Desova en verano, entre diciembre y enero y permanece hasta marzo que es cuando remonta los ríos por el frío y buscando aguas mas cálidas. Recibe diferentes nombres vulgares a través de los numerosos países que habita, pero en algunos de ellos, se lo suele llamar PEZ CHATO, MBIRAÍ y también PIRAÍ. Su carne es considerada como una de las más exquisitas de los peces de río.




Primer Pista o Ayuda:

ES UN PEZ MUY SENSIBLE A LOS RUIDOS

Para pescarlo, es fundamental el detalle de no producir ruidos de ningún tipo al anclar la embarcación, hablar poco y en voz baja debido a que es muy sensible a la variación del medio. Según trascendidos este es uno de los factores por el cual no llegan más por esta zona, ya que después de la construcción del túnel subfluvial Hernandarias, debido a su gran tránsito, emite vibraciones que el pez detecta y no baja hasta a estas aguas. En la actualidad se lo considera una especie en regresión numérica, por lo cual su pesca en esta zona se encuentra vedada. Su cultivo se inició en la década del ´90 y actualmente se ha desarrollado hasta superar las 500 ton. anuales, y con objetivo de consumo o bien, de pesca deportiva para cotos, y un mínimo porcentaje para devolverlos a su medio.


Hablemos ahora DE LA FORMA DE PESCARLO:

- Se lo puede pescar cerca de la costa donde abundan los frutos y la vegetación. Se usa aparejo con un solo anzuelo y plomo corredizo.

- Cuando lo pescamos en veriles o piedras conviene aumentar el peso del plomo.

- Otra modalidad es la pesca a la deriva muy cerca de la costa y lanzando hacia la costa imitando la caída de un fruto.

- Se lo puede buscar con espineles encarnados con frutas.

- También se lo pesca con mallones a la deriva o calados en forma fija.

- Los pescadores experimentados reconocen su presencia cuando ve pasar plantas cortadas, que no son más que desperdicios que usó este pez como comida.

Por último: Con que ENCARNAMOS PARA TENTARLO:

- Se puede encarnar con trocitos de queso, hígado, corazón, pajarilla, panceta, carne de vaca, o simplemente masa de harina. Pero también podemos hacerlo con coquitos de palmera, y otras frutas como el aguaý, uvas, naranja, y lo mas descabellado, caramelos masticables frutados.


Alimentación:

Tiene predilección por alimentarse de frutos maduros de ciertos árboles cercanos a las orillas del río. Cuando se producen desbordes en los bañados, se acerca a sitios donde crecen plantas que dan frutos, esperando que caigan para comerlos, o bien los voltea golpeando los tallos con rápidos movimientos y golpes con su aleta caudal, para luego comérselos.

También come raíces de plantas acuáticas y flores de camalotes, su dieta a la vez incluye pequeños peces, camarones, ranas, cangrejos y caracoles.

Tiene costumbres preferentemente diurnas y es un gran degustador de frutas regionales y engulle ibuahay, semillas de ingá y coco. Su fruta predilecta en el aguay, planta de las orillas de fruto sumamente dulce. Al bajar por la cuenca del Paraná, y llegar a la zona entre el Río Corrientes y el Paraná, donde existe una maraña de arroyos y lagunas, varía su dieta y de alimentarse con pequeños peces y crustáceos en aguas más turbias, pasa a ser vegetariano en estas límpidas aguas, por lo que su carne pasa a tener mayor exquisitez, por lo que se le denomina “lechón del río”.

Fuente: Extremo Litoral

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