Te presentamos un breve adelanto de
una nota de Julio Pollero,
sobre una salida a Esquina,
publicada en la edición mayo ´15 de Weekend
Teníamos la idea probar con dorados y surubíes, pero la incógnita era dónde pescarlos.
Recorriendo mentalmente algunos lugares de los ríos Paraná y Uruguay, comenzamos a entablar conversaciones con amigos de los pesqueros tradicionales y otros no tanto, de las porciones de río que recorren las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes.
Recalamos finalmente en esta última provincia, después de los auspiciosos comentarios que obtuvimos de una de las joyas del delta correntino.
Sin dudas, en el Paraná que remonta estas tierras sobresale, entre otras, la ciudad de Esquina, cuya infraestructura hotelera, su oferta pescadora y su parque náutico siempre son un condimento especial para cualquier aficionado que se acerque al lugar.
Párrafo aparte para su delta, un ámbito que nos regala costas con barrancas, islas y caminos serpenteantes entre las mismas, playas de arena y una flora muy particular que suele servir de alimento a especies muy calificadas.
Una vez elegido el destino me comuniqué con mi gran amigo Matías Pavoni, quien me dijo textual: “Venite urgente chamigo, que los dorados toman carnada y artificiales y la
surubiciada está a la orden del día”.
Una vez elegido el destino me comuniqué con mi gran amigo Matías Pavoni, quien me dijo textual: “Venite urgente chamigo, que los dorados toman carnada y artificiales y la
surubiciada está a la orden del día”.
Las palabras fueron suficientes para mirar las condiciones del tiempo y preparar los bolsos para viajar lo antes posible. La intención era probar en todas las modalidades, por lo que resultaba necesario llevar varios elementos para no dejar nada librado al azar.
Debido a mis pocos conocimientos en la pesca con mosca (fly), esta modalidad se la iba a dejar a Matías que la tiene bien clarita.
Entonces me dediqué a preparar los equipos de baitcast, spinning y, principalmente, cañas y reeles para poder pescar con carnada natural.
Cañas, reeles y demás
Para las prácticas con mosca se prepararon equipos 6 y 8 con reeles cargados tanto con líneas de flote como de hundimiento rápido, para así cubrir las diferentes alternativas que se puedan presentar.
Y en la cajita con moscas no faltaban las que tuvieran peso en la cabeza y otras tantas muy bien presentadas en cuanto a la cantidad de material utilizado en su atado.
Los colores predominantes fueron negro, rojo, verde y amarillo.
Luego comenzamos con la elección de señuelos para completar las cajas, que siempre suman “uno más” debido a que no queremos dejar ninguno en casa.
Así fuimos armando una buena variedad de marcas importadas, como los Rapala, Sebile, Rat’L Trap y Bomber, más nacionales como Alfer’s, Don KB y Tech, todas con muy buenos rendimientos si uno sabe elegir el momento y el lugar en el cual se deben utilizar.
En las cajas no faltaron señuelos de flote, media agua y profundidad, luego está en el pescador interpretar, según la hondura de cada sector, cuáles son las paletas más aconsejables.
En cuanto a los colores, debemos contar con una buena diversidad para poder dar con el exacto en el instante adecuado.
Para completar los equipos llevamos cañas no muy cortas de 1,80 a 2,10 m y reeles de bajo perfil para el bait, de un tamaño mediano, cargados con multifilamento Pro de ocho hebras.
Para completar los equipos llevamos cañas no muy cortas de 1,80 a 2,10 m y reeles de bajo perfil para el bait, de un tamaño mediano, cargados con multifilamento Pro de ocho hebras.
Y lo mismo para el spinning, aunque en reeles frontales con un buen registro de freno.
Todos estos elementos podrían servir para pescar con carnada viva, pero no es lo aconsejable ya que al momento de prepear al pez clavado podemos quedarnos cortos de fuerza debido a las desprolijidades que tiene el río Parana, como ramas, árboles hundidos, camalotes, etc.
Lo ideal sería disponer de cañas hasta 2,40 m con acción de punta y reeles rotativos medianos cargados con nylon 0,40 o 0,50 mm.
Y además debemos agregar líderes de acero, plomitos corredizos, mosquetones de repuesto y los llaveritos para cambiar anzuelos en los señuelos, un par de anteojos para sol, gorras con visera y, obviamente, una buena dosis de suerte.
Lea la nota completa en la edición 512 de Weekend,
mayo de 2015.
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