Los propietarios de los catamaranes del Dique Cabra Corral
temen por su futuro, ante la prohibición de pesca nocturna.
El 3 de abril tendrán una reunión clave
con funcionarios de Ambiente
La prohibición incluye además la pesca desde el puente.
La nueva reglamentación que aprobó la Secretaría de Ambiente de la Provincia cayó como un baldazo de agua fría en Cabra Corral, donde la pesca nocturna quedará prohibida desde el 23 de julio hasta el 19 de noviembre, para asegurar la reproducción del pejerrey.
Desde su inauguración en abril de 1942, la mayor presa del NOA nunca tuvo una restricción tan drástica, ni siquiera en la década pasada, cuando las afloraciones de algas rojas causaron grandes mortandades de peces.
Hoy los informes de biomasa advierten sobre un sensible retroceso en la población de pejerreyes y relacionan las reducidas tallas de las capturas con irracionales conductas.
En Cabra Corral, la depredación con redes, los excesos de pescadores poco o nada deportivos, la deficiencia de controles y el relajamiento de la repoblación piscícola han conspirado de manera devastadora.
Los considerandos de la resolución reglamentaria 156/14 abren serios interrogantes sobre la sustentabilidad de un atractivo que trasciende el interés de los 50 catamaranes que realizan excursiones nocturnas y los negocios que mueve la pesca en Coronel Moldes y otras localidades vecinas del Valle de Lerma.
“En una sola noche se llegan a sacar hasta 15.000 pejerreyes de tallas que, en muchos casos, apenas superan los diez centímetros”, remarcó el jefe del Programa de Biodiversidad de la Provincia, Gustavo Dada.
“Es cierto que no todos los pescadores deportivos actúan como tales, y que es necesario terminar con los excesos, pero no se puede desconocer que la mayor depredación es causada por redeadores que operan con toda impunidad”, sostuvo José Gómez, uno de los timoneles que viven de las excursiones nocturnas.
“A la Policía Lacustre le faltan medios para poder controlar un dique que tiene 50 kilómetros de norte a sur. Además -acotó Gómez-, desde hace seis años no se realiza una siembra de alevines, porque la estación piscícola de Puerta de Díaz está abandonada”.
Daniel Ruiz, otro de los timoneles que empezaron a reclamar ajustes en la norma reglamentaria, adelantó que varios de los propietarios de catamaranes analizan la posibilidad de interponer un recurso de amparo
Reunión clave
El 3 de abril el secretario de Ambiente, Gustavo Paul, y otros funcionarios de ese organismo provincial se reunirán con los timoneles para abordar el complejo escenario abierto en Cabra Corral por la resolución 156, que también plantea en el sector norte del dique una zona de veda reproductiva mucho más amplia (desde la isla frente al Club Los Mayuatos y su costa opuesta en el cerro de La Cruz hasta el área de desembocadura de los ríos Arenales y Rosario).
A ello se suma la exigencia de líneas con un máximo de dos anzuelos, como se permite actualmente, pero de mayor tamaño (N§ 5). Con esta medida, que muchos pescadores consideran discutible, la cartera de Ambiente apunta a evitar capturas de ejemplares pequeños, como los que se sacrifican hoy, con tallas reducidas que se corresponden con especímenes de un año o menos de vida.
Fuente: El Tribuno Salta
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