Laguna Salada de Monasterio: un poco difícil pero rendidora

Buen comienzo de temporada

en la Salada de Monasterio,

con muchos Pejes de interesantes portes

En este comienzo de temporada del pejerrey ya se instaló satisfactoriamente, decidí realizar un relevamiento a una laguna que siempre en esta fecha nos ofrece unas excelentes jornadas de pesca, siempre haciendo bien los deberes, para dar con los hermosos ejemplares que nos da la Salada de Monasterio.

Acompañado por Alberto y Rubén, partimos de La Plata por Autovía 2; en el km 71, carnadas El Biguá, nos detuvimos a cargar las mojarras, donde tomando unos mates con Jorge López. Continuamos Km 144, donde luego de pasar el puente de la laguna Chis Chis, giramos en el retome, como regresando a La Plata; después de un kilometro doblamos en un camino de tierra, bien señalizado, y luego de 8 kilómetros llegamos al pesquero, donde nos encontramos con Susana y Eugenia, encargadas del lugar que cuenta , con dormis, fogones, sanitarios y alquiler de botes.

Al otro día nos levantamos temprano y nos dirigimos al embarcadero, cargamos el bote y salimos. Una vez navegando, había que seguir un camino limpio de yuyos, ya que la laguna tiene mucho, pero esto no nos impedía seguir adelante; al cruzar los juncales comenzamos a ver gran cantidad de bulos, por lo que decidimos parar y anclar.

Comenzamos a preparar los equipos, con cañas de 4 metros telescópicas, reel frontal cargado con nylon del 0.26, las líneas de 3 boyas, palitos súper flot de color negro, ya que teníamos el sol de frente, anzuelos 277E numero 1y la carnada mojarra viva y filet de dientudo y de pejerrey.

Al arrojar las líneas al agua notábamos que se quedaban enganchadas en los yuyos, pero los piques se daban igual, con ejemplares que llegaron a medir 37 cm, muy robustos y combativos.

Viendo esto, y al cortarse el pique, nos corrimos unos metros, y arrojábamos las líneas en los huecos libres de yuyos, y así fuimos capturando uno a uno los pejerreyes.

Luego nos dirigimos la zona llamada “el monte de los furtivos”, donde prácticamente no había yuyos, pudiendo hacer navegar las líneas lejos de la embarcación, logrando tener un pique tras otro.

Al llegar las 15 el sol ya calentaba demasiado, por lo que decidimos regresar, más que contentos por la pesca realizada, pero sabiendo que hay ejemplares que superan los 40 centímetros y que hoy están escondidos entre los yuyos.

Por eso decimos que la Salada de Monasterio, está difícil pero es rendidora y en esta temporada va a dar muchas satisfacciones.

Relevamiento de pesca: Daniel Pavoni. Servicios: Pesquero, Tél. (02241) 15-507645

Fuente: El Día de La Plata

 

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