En los confines de la Tierra se encuentra uno de los
pesqueros más exóticos para la captura de salmónidos.
Y es orgullosamente nuestro, destaca Crónica Pesca
por Horacio Pascuariello
cronicapesca@cronica.com.ar
El río Grande es tal vez el curso de agua más codiciado por los pescadores con mosca de todo el mundo. Las leyendas sobre los tamaños de sus truchas marrones son la ilusión de quienes quieren superar el récord del estadounidense Brian Yamamoto, quien años atrás registró la captura de una male de 28 libras, unos 13 kilos aproximadamente. Estos poderosos peces adquieren su fuerza alimentándose en el océano Atlántico para luego regresar al río que los vio nacer, donde vuelven a comenzar su ciclo reproductivo.
Esta variedad se denomina anádroma y se encuentra en la provincia de Tierra del Fuego. Su captura se logra con equipos más fuertes que los usados en otros ámbitos de la Patagonia debido a que los lances hay que hacerlos contra los gélidos vientos que corren por la estepa sin árboles que los detengan.
Allí estuvieron amigos de esta sección, quienes llegaron hasta el Grande ingresando por el histórico lodge Estancia María Behety, cuyos campos destinados casi exclusivamente a la ganadería ovina son recorridos por una considerable cantidad de kilómetros de río. La pesca de estas truchas se dio en el pool Las Barrancas y la más chica pesó cuatro kilos, mientras que la más importante acusó nueve.
Por supuesto, la modalidad permitida por la legislación es catch and release y solo con fly cast, lo que demuestra la preocupación por conservar este ámbito que es constantemente visitado por las virtudes de la pesca deportiva, lo que promueve en toda la región una gran actividad económica basada en el turismo.
Agradecemos el informe a Gabriel Torres.
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