Viva la Pesca de Diario Popular nos trae el relato
de una salida embarcada en Berisso,
que muestra Pejerreyes aún flacos
pero que permiten disfrutar la jornada
Tras una jornada signada por la niebla y la imposibilidad de hacer una
buena pesca por falta de tiempo, hubo desquite pocas horas después
cuando volvimos y dimos con las notables capturas que entrega esta zona
del Río de la Plata.
Así las cosas, aguantando en el agua sobre la embarcación de Joaquín Hasaín con nuestros amigos de Delfín Pesca que habían venido especialmente de Córdoba y con Ricardo Paulucci que había hecho lo propio desde Colón (Pcia. de Buenos Aires), esperamos el OK de Prefectura para salir a río abierto sabiendo que habíamos perdido las mejores horas para pescar pejerreyes.
Una hora de navegación hasta aguas cercanas a Colonia hizo que siguiéramos restando tiempo, arrancando la faena recién cerca del mediodía.
De yapa, el pique era muy escaso y las piezas no eran del tamaño esperado, mas allá de que obtuvimos varios de 35 cm. Pero, sabemos, esos no son los "Gran Berisso" que motivan a tantos pescadores a ir a estas aguas. Esto se debió, seguramente al río planchado, que hizo que un puntero que fuera muy bueno fuera el de tipo "palito" o lápiz asimétrico, con bigotera para multiplicar sus chances.
Nuestro guía estaba desahuciado. Sabía muy bien que ésa no era la pesca del lugar, pese a que en el escaso tiempo de pesca logramos 35 ejemplares y varios dientudos tamaño zapatilla. Pero se le iluminó la cara cuando le dijimos "volvemos mañana". Y así las cosas, aceptó el desafío de la revancha y nosotros volvimos por la nota que debíamos llevar a nuestros lectores.
Así las cosas, con clientes del guía, fuimos parte de otra visita a Berisso pocas horas de haber tocado puerto en esa jornada tan accidentada por donde se la mire. Y así, como en el fútbol, comprobamos que la pesca da revancha.
Se repitió el ritual de la navegación ya conocida: salir de los malecones, dejar atrás la zona de rada (donde esperan los grandes buques transoceánicos) y se hicieron 20 km más hasta una zona al Este de Colonia que el guía tiene bien identificada en su GPS.
Esta vez, el horario fue otro: a las 8 de la mañana ya estaban nuestras líneas corriendo por la calle de ceba hecha con aceite de pescado y las anclas de capa estaban haciendo perfectamente su tarea de regular la deriva. Los piques no tardaron: bien arribita, a sólo 15 cm de profundidad de brazoladas, grandes pejes empezaron a tomar los encarnes de mojarra grandes enhebrada en anzuelos 2/0.
Los portes habían cambiado con respecto a la previa, y lo más usual era pasar los 40 cm, mientras que lo raro era sacar alguno de menos de 30.
Cabe destacar que para esta pesca se usaron cañas largas: una Karma de Tech de 4,25 como caña corta y una Spinit Carbon Aire de 4,50 como caña larga, ambas de enorme efectividad en la clavada.
La cosecha esta vez fue de 111 piezas, con una treintena que pasó los 500 gramos, aunque muy pocas pasaron la barrera de los 700. Esto se debe a que el peje está flaco en este comienzo de temporada. Hacia agosto-setiembre, pejes de este tamaño, lucirán mucho más robustos, y tendrán pesos que holgadamente pasarán el kilo en varios casos. Lo cierto es que la pesca en Berisso está muy firme y los buenos guías que gastan combustible llegando a las mejores zonas, hacen la diferencia. Esta vez, Joaquín volvió a puerto con clientes luciendo una sonrisa de oreja a oreja. Vaya y disfrute.
Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular
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