Tras cuatro año de intenso trabajo,
los responsables del proyecto Dorados Tigres del Río
ya pudieron realizar algunas conclusiones
- Ciclo reproductivo:
Está influenciado por las lluvias y por el aumento del caudal del río.
El período reproductivo se inicia a fines de invierno, presentando la mayor proporción de individuos maduros en el verano, lo que indica que los dorados se reproducen en los meses cálidos.
Una hembra madura puede llegar a tener en sus gónadas alrededor de 1,1 millón de ovocitos maduros, que serán liberados al ambiente para su fecundación.
En ocasiones el desove no es total y los ovocitos que quedan son reabsorbidos por el organismo.
Este tipo de información es clave en especies que se busca proteger, ya que se provee de argumentos científicos que pueden ser aplicados en el manejo responsable de los recursos.
Por ejemplo, en el caso de las vedas, estas son muchas veces reglamentadas a partir de información que se generó en otras cuencas o sin tener en cuenta las opiniones de los especialistas que trabajan en esta disciplina.
- Aspectos alimentarios:
- Aspectos alimentarios:
Los dorados analizados presentaron hábitos carnívoros.
En sus estómagos se encontraron restos de peces (principalmente, sábalos, pejerreyes, viejas del agua y bagres anguilas), además de camarones y cangrejos.
- Estado de salud:
- Estado de salud:
Los valores son muy positivos y esto se ve reflejado en el estado de los ejemplares capturados.
Presentaron un peso normal en relación a su longitud.
Además, no encontraron ejemplares con infecciones parasitarias graves, ni tampoco con deformaciones o mutilaciones.
También quedó definida la estructura de edades de la población y la relación de longitud y peso.
Los dorados del Juramento presentan un crecimiento sostenido, tanto de las hembras como los machos.
La longitud estándar es de 60 centímetros y a partir de ahí se hace más notorio el aumento del peso que de longitud.
- Migración:
- Migración:
Solo tienen datos de siete ejemplares recapturados, de los cuales uno recorrió 10,6 kilómetros, mientras que los otros permanecieron en el lugar o hicieron recorridos muy cortos.
Esta es una de las razones por la que los investigadores necesitan las marcas telemétricas, ya que intentan comprender como se desplazan los dorados.
Fuente: La Gaceta
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