Antes había cinco lobos y ahora hay más de 300 o 400.
Hay cada vez más, están en la playa, en el medio,
en la punta de la escollera y adentro también
"Lo corre mucho al pescado, no lo deja entrar, ese es uno de los grandes problemas que tenemos” señaló Antonio Gérez, un pescador apasionado que visita la escollera desde hace varios años.
Respecto a este crecimiento, los pescadores Antonio Gérez y Mario Arruty explicaron que la presencia de los animales no varía dependiendo de la temperatura ni de la época del año sino que simplemente "antes había cinco lobos y ahora hay más de 300 o 400.
Hay cada vez más, están en la playa, en el medio, en la punta de la escollera y adentro también”.
En cuanto al cambio que se han generado los lobos en los últimos años en el área de la pesca, Gérez indicó que "hasta hace unos años no había tantos como ahora pero en este último tiempo es impresionante la cantidad que hay”.
Además, agregó que "hace poco más de tres años todavía había buena pesca de fondo” pero que "ahora estás todo el día y no agarrás nada, por eso es que cada vez hay menos gente pescando”.
"Llegamos a las dos de la tarde y son las cinco y media y lo único que sacamos es un pez palo chiquito nomás, no sale nada porque los lobos esos se comen todo” señaló indignado Gérez.
Por otra parte, el pescador Mario Arruty explicó que hay varios riesgos generados por estos animales, tanto para ellos como para el equipo de pesca ya que "por ahí estas agarrando alguna pescadilla y se te prenden y cortan todo, rompen caña, línea todo y un equipo hoy sale mucha plata”.
"Algunos te encaran si andás cerca y otros no, pero hay muchos que son malos” indicó.
Otras desventajas
Otras desventajas
Cabe mencionar que el aumento en la cantidad de lobos marinos no solo afecta a quienes eligen la escollera para pescar, sino también a aquellos que simplemente desean visitar el lugar en familia, ya que el hedor que producen estos animales no permite estar cerca de ellos durante mucho tiempo sin mencionar que, muchas veces, ni siquiera es posible acceder a la escollera porque están sobre el asfalto interrumpiendo la pasada.
"Cuando el viento está medio del Oeste están tranquilos pero cuando se pone del Este, que ven que viene el temporal, se ponen arriba de la calle y no te dejan ni pasada aunque les toques bocina todo el día” señaló Mario Arruty.
Por otro lado, también perjudican a los que eligen pescar en lanchas o semirrigidos ya que estos animales no solo se ven sobre la arena sino que también se encuentran a varios metros de la costa.
"Cuando el agua está media tibia salen todos para adentro y arrasan con todo” señaló Arruty y añadió que "vos los ves a los pescados saltando cuando vienen entrando pero pegan la vuelta y se van porque los bichos estos salen todos juntos a agarrarlos”.
Además, aquellos pescadores (generalmente los más jóvenes) que no entran a tanta profundidad sino que solo se meten a unos metros de la orilla en sus kayak, corren más riesgos que los demás ya que no solo pueden perder el equipo de pesca sino que pueden ser derribados de la embarcación.
Finalmente, Antonio Gérez señaló que "entre los lobos y la depredación de los barcos no nos dejan nada” a lo que Arruty agregó que estos animales "antes pescaban de a dos y ahora pescan de a diez entonces al pescado lo agarran si o si.
La única ventaja es que ahora están todos acá en la playita porque antes en el puerto se subían a las lanchas y con el peso las hundían y nadie se hacía cargo”.
Fuente: Ecos Diarios
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