Esta nota completa de Horacio Pascuariello,
sobre la Pesca en el Paraná Guazú,
salió en el Suple Pesca de Diario Crónica
del día jueves 31-03-16
Nuestro amigo y colaborador permanente Luis María Bruno nos hace llegar su experiencia en una zona del río Paraná, ubicada a pocos kilómetros de su desembocadura con el río de la Plata, donde encontró mucha actividad de distintas especies.
El comienzo fue dificultoso, debido a que el acceso al recreo Keidel, desde donde partían, estaba parcialmente anegado, con grandes charcos en el camino, que van cambiando a medida que baja o sube el río.
De todas maneras, lo más complicado fue al momento de embarcar, ya que el agua está sobre el nivel del muelle, obligándolos a quitarse el calzado para abordar. Una vez preparados y con todo lo necesario para enfrentar la jornada, se pusieron en marcha con un Paraná alto, que si bien ya no trasladaba camalotes, estaba con un viento intenso, que los obligaría a hacer la pesca anclada próximos a la costa.
El lugar elegido fue cerca de unos juncales y a una profundidad no mayor de 7 metros, el cual resultó acertado y rendidor. Con los equipos listos y habiendo realizado encarnes con maíz, maza, lombrices, salamín y tripa de pollo, realizaron los primeros intentos.
Algunos lances fueron río afuera, a profundidades de unos 15 metros, en busca de especies como carpas y bogas, otros fueron sobre la costa, cercanos a los juncales, en busca de pequeños bagres que sirvieran de carnada natural, para tentar especies mayores. En estas condiciones, los piques no se hicieron esperar, en principio abriéndose para bagres amarillos, de los denominados picuditos, así como también para algunos bagres blancos y porteñitos pequeños.
Mientras tanto, el viento trabajaba haciendo girar la lancha, cambiando los puntos donde hacer los lanzamientos. No obstante, la actividad se fue incrementando de a poco con el correr de las horas, llegando a realizarse capturas de mayor tamaño, como bagres amarillos, que en la balanza llegaron al kilo doscientos, lo que se fue complementando con bagres blancos de casi dos kilos y lindos armados, que promediando la media mañana se abrió para carpas que rondaron de los 3 a los 5 kilos.
La frutilla del postre estuvo en las corridas y capturas de excelentes bogas, las cuales brindaron el cierre de una jornada a pura adrenalina, a lo que se sumo un fenómeno sumamente curioso y que hace años no se veía, estando fondeados en una profundidad de siete metros, los cardúmenes de mojarrones atacaban carnadas pegados a la embarcación, tal vez esta sea la respuesta por la cual grandes dorados que se ven cazando no tomen ningún ofrecimiento de carnadas naturales o artificiales.
Con este panorama estamos en condiciones de decir que nuestros queridos ríos, si bien están en alerta por la creciente y hay que navegarlos con precaución, están sumamente repoblados de especies en cantidad y tamaños, que sugerimos cuidar y en lo posible devolver a su medio para permitir su reproducción. Las imágenes de este informe las pueden ver completas en www.semanariopescador.com.ar
por Horacio Pascuariello
para Crónica Pesca
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Entrá en el Blog, registrate, y dejá tu comentario, indicando tu Nombre y Apellido/Nick en el cuerpo del mensaje
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.