Horacio Pascuariello nos trae la historia
de Berisso, y suma el relato de una
salida de pesca en los palos
de esa locación del Río de la Plata
La zona donde hoy se ubica la ciudad bonaerense de Berisso era utilizada como puerto natural desde mediados de siglo XVII por contrabandistas y navegantes de todo el mundo, entre ellos los ingleses, quienes la tuvieron en cuenta en la primera invasión a Buenos Aires.
Su permanente actividad llevó a que en enero de 1801 se fundara la ciudad de Ensenada y actualmente la febril construcción de un nuevo puerto, a inaugurarse el próximo año. Allí, a apenas minutos de navegación, se encuentran los malecones, una contención creada hace más de un siglo consistente en barreras de piedras marcadas con tres hileras de gastadísimos troncos de pinotea donde, detrás de ellos, se caza al dorado.
La diferencia de profundidad, de casi siete metros, de esta barrera sumada a la marea y el viento produce una riesgosa turbulencia para cualquier embarcación que quiera enfrentarla, lo que es justamente un desafío que no permite distracción, tanto al timonel como al pescador.
Comenzamos la pesca en bajante haciendo los lances justo entre los palos, tratando de despertar a los doradillos con señuelos de colores flúo y de paleta larga, pero sin éxito, ya que minutos después llegó la parada de agua. Ahí empezó un espectáculo diferente, las bogas saltaban y jugaban, casi a flor del agua, tratando de alimentarse, así que utilizando los mismos equipos cambiamos las líneas encarnando con daditos de salame.
Los piques se dieron de inmediato, eran sutiles y ponen al límite la paciencia del más experimentado pescador, pero dan como premio piezas muy luchadoras, de entre 2 y 3 kilos, mezclados con robustos bagres amarillos.
Aproximadamente a las 14.00 arribó una marcada creciente junto con el apetito de los dorados, así que volvimos a la carga con los señuelos. Los piques no eran firmes y había que afinar el pulso para hacer la clavada justa. Así cerramos una jornada perfecta.
Recomendamos esta salida pensando que está cerca de Capital Federal, por la autopista a La Plata, sumada al buen pique que ofrece. Recuerden contar con todos los elementos de seguridad sino salir con alguno de los guías matriculados de la zona.
Agradecemos a Gustavo Bellante (0221 5033600) y a Martín Arandia por los servicios. Más información en vaskapescaembarcado.blogspot.com.
Su permanente actividad llevó a que en enero de 1801 se fundara la ciudad de Ensenada y actualmente la febril construcción de un nuevo puerto, a inaugurarse el próximo año. Allí, a apenas minutos de navegación, se encuentran los malecones, una contención creada hace más de un siglo consistente en barreras de piedras marcadas con tres hileras de gastadísimos troncos de pinotea donde, detrás de ellos, se caza al dorado.
La diferencia de profundidad, de casi siete metros, de esta barrera sumada a la marea y el viento produce una riesgosa turbulencia para cualquier embarcación que quiera enfrentarla, lo que es justamente un desafío que no permite distracción, tanto al timonel como al pescador.
Comenzamos la pesca en bajante haciendo los lances justo entre los palos, tratando de despertar a los doradillos con señuelos de colores flúo y de paleta larga, pero sin éxito, ya que minutos después llegó la parada de agua. Ahí empezó un espectáculo diferente, las bogas saltaban y jugaban, casi a flor del agua, tratando de alimentarse, así que utilizando los mismos equipos cambiamos las líneas encarnando con daditos de salame.
Los piques se dieron de inmediato, eran sutiles y ponen al límite la paciencia del más experimentado pescador, pero dan como premio piezas muy luchadoras, de entre 2 y 3 kilos, mezclados con robustos bagres amarillos.
Aproximadamente a las 14.00 arribó una marcada creciente junto con el apetito de los dorados, así que volvimos a la carga con los señuelos. Los piques no eran firmes y había que afinar el pulso para hacer la clavada justa. Así cerramos una jornada perfecta.
Recomendamos esta salida pensando que está cerca de Capital Federal, por la autopista a La Plata, sumada al buen pique que ofrece. Recuerden contar con todos los elementos de seguridad sino salir con alguno de los guías matriculados de la zona.
Agradecemos a Gustavo Bellante (0221 5033600) y a Martín Arandia por los servicios. Más información en vaskapescaembarcado.blogspot.com.
por Horacio Pascuariello
para Crónica Pesca
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