Revista Weekend nos brinda un breve anticipo
de una nota sobre una salida de Kayak Fishing
en el corredor Rosario Victoria
Algunas tarariras en una zona más que reconocida por la calidad de sus especies.
La idea era continuar la búsqueda de ámbitos que nos permitieran seguir disfrutando de esta pasión que es la pesca en kayak. Y con ese objetivo nos pusimos en contacto con Daniel Demaría, guía en la zona del corredor Rosario-Victoria. Nos informó que las primeras tarariras ya estaban saliendo y que disponía de unos point que con nuestros botes podríamos explotar a fondo. Chequeamos el pronóstico del clima para el fin de semana y coordinamos con la gente de Amigos en Kayak.Com para hacer la salida inicial de la temporada a pescar taruchas en kayak.
Primero hay que caminar
Una vez llegados al punto de reunión y con la ansiedad típica de cada salida procedimos a descargar los equipos y kayaks para comenzar la caminata hasta el primer point. En esta oportunidad elegimos un kayak single y otro doble, ambos de configuración básica y sin accesorios, lo que nos permitiría un acarreo “a campo traviesa” menos trabajoso. Indispensable es que cada kayak cuente con su correspondiente carro de transporte, lo que nos va a facilitar que carguemos los equipos, heladeritas y bolsos sobre ellos. Así, turnándonos para el desplazamiento, todo resulta más liviano. Y no olvidar llevar los alimentos y bebidas que se pretendan consumir durante la jornada de pesca, ya que la zona es totalmente agreste y no posee servicios de ningún tipo.
La mañana se presentó sin viento y el sol prontamente nos obligó a quitarnos el mínimo abrigo que llevábamos. A través de un camino de aproximadamente 500 metros y luego de traspasar un alambrado y una tranquera, nuestro guía nos sugirió comenzar los intentos en un tramo de un arroyo de costas bajas tapiado en ambos extremos por vegetación acuática y de aproximadamente 30 metros de ancho.
Algunos empezaron vadeando las orillas y buscando colocar el señuelo sobre la margen de enfrente, y el resto acondicionó los kayaks para cruzar y acercarse a la otra ribera probando paralelos a la costa. Los ataques sobre las cañas que estaban en los kayaks no se hicieron esperar, dado que nos permitían mantener una distancia prudencial de la costa pero a su vez, al estar posicionados cerca, los señuelos se podían dirigir con una mayor precisión.
Nota publicada en la edición 494 de Weekend,
noviembre de 2013.
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