Taruchas para todos en Tucumán por La Gaceta

Las Tarus son las especies más buscadas

en este momento, en los diversos espejos tucumanos

 

por Gustavo Rodríguez

para Hay Pique / La Gaceta

Están aportando emociones en todos lados. En el Salado, en el Dulce y en el mismísimo Salí, las tarariras son las reinas de cada jornada de pesca. Su fiereza y espíritu combativo les permitieron transformarse en la especie más buscada en estos momentos. Y lo más importante de todo es que se las capturaron utilizando varias de las modalidades de este deporte.

Fernando Saba fue a buscarlas en el Salado. En los canales del Bañado de Figueroa, Santiago del Estero, se topó con estos monstruos que le regalaron muchas emociones. Tuvo una jornada inolvidable utilizando un equipo de bait casting liviano con señuelos de media agua. “Fue impresionante la cantidad de piques que tuvimos. En un momento dado era tirar y sacar”, explicó el experimentado pescador que recalcó sobre la importancia de pescar con devolución por la facilidad con la que se concretan las capturas. “No tiene sentido llevarse todo a la casa, si se lo hace, el año que viene no habrá nada en esta parte del río”, agregó.

Pero semejante pesca tiene un costo. “Ese es un lugar donde no hay ni un árbol para protegerse del sol. Hay que tomar algunos recaudos para no terminar insolado porque el calor es terrible”, recomendó.

Otro grupo de tucumanos se trasladaron hasta Aragones, localidad santiagueña cercana a Termas de Río Hondo para probar suerte en el Dulce. Allí las “taruchas” dieron que hablar, ya que picaron con artificiales o carnada. Si bien es cierto que estos deportistas capturaron bagres y bogas, se quedaron con la fiereza de las tariras. El filete de sábalo fue el cebo más rendidor, según comentaron.

En las Lagunas del Salí también hay monstruos porfiados en protagonizar luchas inolvidables. Alejandro Trejo y Enzo Lauricela fueron a probar suerte en esos pequeños pozos de agua que están en el sector del río que va desde El Timbó hasta El Cadillal. Ambos protagonizaron un duelo bien deportivo: fly cast vs. spinning.

En esta oportunidad se impuso Lauricella, que utilizó señuelos (ranas negras) de superficie con antienganche en los lugares tapados y paseantes para las lagunas que no estaban cubiertas por vegetación. Trejo, en cambio, logró varias capturas con moscas de color rojo y negro. “Están muy agresivas y no dudan en tomar los engaños. Hay que cuidar esos lugares para que en el futuro sean una fija”, concluyeron los pescadores.


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