La institución santotomesina sigue cumpliendo un rol vital
en la sociedad a través del deporte. Durante toda su historia
se enfocó en la pesca, que se mantiene viva
pese al paso del tiempo
Co la aparición del fútbol, se marcó un antes y un después en el deporte argentino. Es verdad que rápidamente se transformó en lo más popular, pero eso no fue un obstáculo para quienes querían abocarse a otro tipo de disciplinas y la década del 30 fue donde muchos clubes comenzaron a aparecer. De buenas a primeras, lo que en principio era un mero pasatiempo pasó ser una actividad muy convocante: la pesca.
En aquellos momentos, Santo Tomé congregaba a centenares de adeptos a la costa del río Salado. Es por ello que un grupo de entusiastas, compuesto por los hermanos Horacio y Marcelo Rosas Calle, Roberto Cervera, Agustín Sarla, Coco Rodríguez y Julio Chemes, entre otros, se hicieron amigos de un pescador nato llamado Daniel, que vivía en una finca junto a dicho afluente. Casi por inercia, estos se reunían prácticamente todos los días y, entre mate y mate, intercambiaban anécdotas y conocimientos sobre este arte.
Un día, Daniel les comunicó que se marcharía al Delta bonaerense. En consecuencia, les vendió las chapas del techo del rancho a Chemes, que era el dueño de un almacén en calle Sarmiento e Iriondo, por cerca de 50 pesos de la época.
Ni bien se fue del paraje, aquel grupo de amigos tomó posesión de la vivienda, preservando el espíritu de la peña que habían gestado. Con el paso de los años la misma fue cada vez más grande y el 18 de julio de 1938, los amigos la transformaron en un centro de caza y pesca. Pero eso no fue todo: a raíz del progreso, las obligaciones aumentaron y en 1940 agigantó su tesitura para pasar a ser Club Náutico Santo Tomé, logrando la firma de la personería jurídica provincial Nº 2.725, mostrándose así formalmente en sociedad.
Todo este sueño –hecho realidad– deparó en la conformación de una comisión directiva y, como la familia de esta peña era más grande, no fue problema buscar candidatos para los respectivos roles. Entonces se nombró a Urbano Crespo como presidente (el primero de su historia), acompañado por Echegoyemberry, Cervera, Gardiot, Lozada, Rodríguez, Sarla, Rosas Calle, Suárez y Brouse. En 1962, ya pasó a tener el nombre por el cual más se lo conoce: El Julepe.
Pesca de excelencia
En primera instancia la entidad realizó solo la práctica de remo, para luego focalizarse de lleno en la pesca deportiva. En varias ocasiones se constituyó en protagonista a nivel provincial en los campeonatos de variada, pero no solamente en carácter de organizador sino también en sus destacados representantes en cada torneo fuera de estas tierras.
Su sede social atrajo la atención de curiosos durante años por ser un lugar más que óptimo para saborear los interesantes y buenos portes de peces, siendo un claro y real producto de la región. Al proyectarse e interactuar en la avenida Costanera, se transformó en un quincho que estuvo en relación con el nuevo paisaje urbano de esa dirección: Pedro Gómez Cello 1745 (donde radica actualmente).
Como cada institución, también le tocó padecer de magros momentos, pero en el afán de no decaer, el entusiasmo y el empuje de la gente mantuvieron en pie su historia, sustentado en aquellos buenos momentos y recuerdos gloriosos. Lo cierto es que la institución, con su sede a la vera del río Salado, desplegó una actividad social y deportiva relevante, la cual perdura en el tiempo, generando expectativas y promoviendo la pesca, tanto en grandes como chicos. En pocas palabras: se transformó en un espacio social y deportivo muy definido dentro de la comunidad santotomesina.
Sus actividades fueron, aparte de la caza y la pesca, regatas de canoas y remo. Luego con botes para las clases de natación de aguas abiertas y, en 1946, motonáutica. Hoy, el club continúa con sus actividades deportivas organizando concursos y actividades sociales con el fin de brindarle un servicio a la comunidad. De esta manera, vive y florece junto al crecimiento de la ciudad de Santo Tomé.
En primera instancia la entidad realizó solo la práctica de remo, para luego focalizarse de lleno en la pesca deportiva. En varias ocasiones se constituyó en protagonista a nivel provincial en los campeonatos de variada, pero no solamente en carácter de organizador sino también en sus destacados representantes en cada torneo fuera de estas tierras.
Su sede social atrajo la atención de curiosos durante años por ser un lugar más que óptimo para saborear los interesantes y buenos portes de peces, siendo un claro y real producto de la región. Al proyectarse e interactuar en la avenida Costanera, se transformó en un quincho que estuvo en relación con el nuevo paisaje urbano de esa dirección: Pedro Gómez Cello 1745 (donde radica actualmente).
Como cada institución, también le tocó padecer de magros momentos, pero en el afán de no decaer, el entusiasmo y el empuje de la gente mantuvieron en pie su historia, sustentado en aquellos buenos momentos y recuerdos gloriosos. Lo cierto es que la institución, con su sede a la vera del río Salado, desplegó una actividad social y deportiva relevante, la cual perdura en el tiempo, generando expectativas y promoviendo la pesca, tanto en grandes como chicos. En pocas palabras: se transformó en un espacio social y deportivo muy definido dentro de la comunidad santotomesina.
Sus actividades fueron, aparte de la caza y la pesca, regatas de canoas y remo. Luego con botes para las clases de natación de aguas abiertas y, en 1946, motonáutica. Hoy, el club continúa con sus actividades deportivas organizando concursos y actividades sociales con el fin de brindarle un servicio a la comunidad. De esta manera, vive y florece junto al crecimiento de la ciudad de Santo Tomé.
Su denominación
El porqué de su nombre (El Julepe) tiene connotaciones difíciles de describir. Algunas crónicas hablan de historias sobre aparecidos, bromas de fantasmas o cosas similares en su lugar actual. Lo concreto es que, al parecer, todo tuvo su inicio cuando una noche de luna, cuatro pescadores tiraban sus líneas encima de un árbol que estaba sobre la costa y, de un momento a otro, el peso cedió la rama y cayeron todos al agua provocándoles un tremendo “julepe”. Un verdadero susto. La expresión y sensación del momento pasó a ser, casi paradójicamente, la identificación del club.
El porqué de su nombre (El Julepe) tiene connotaciones difíciles de describir. Algunas crónicas hablan de historias sobre aparecidos, bromas de fantasmas o cosas similares en su lugar actual. Lo concreto es que, al parecer, todo tuvo su inicio cuando una noche de luna, cuatro pescadores tiraban sus líneas encima de un árbol que estaba sobre la costa y, de un momento a otro, el peso cedió la rama y cayeron todos al agua provocándoles un tremendo “julepe”. Un verdadero susto. La expresión y sensación del momento pasó a ser, casi paradójicamente, la identificación del club.
Datos de interés
Fecha de fundación: 18 de julio de 1938.
Dirección: Pedro Gómez Cello 1745.
Teléfono: (0342) 4752035.
Horario de atención: Viernes a domingos de 17 a 22.
Actividades: Fomenta la pesca deportiva en todas las categorías, con representantes tanto a nivel provincial como nacional. Además, en el verano, forma parte del circuito de aguas abiertas. Pero eso no es todo, ya que también se impulsan las actividades para chicos con capacidades diferentes.
Salón de usos múltiples: Para 150 personas.
Socios: 180.
Fecha de fundación: 18 de julio de 1938.
Dirección: Pedro Gómez Cello 1745.
Teléfono: (0342) 4752035.
Horario de atención: Viernes a domingos de 17 a 22.
Actividades: Fomenta la pesca deportiva en todas las categorías, con representantes tanto a nivel provincial como nacional. Además, en el verano, forma parte del circuito de aguas abiertas. Pero eso no es todo, ya que también se impulsan las actividades para chicos con capacidades diferentes.
Salón de usos múltiples: Para 150 personas.
Socios: 180.
Fuente: Diario UNO
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