Te presentamos un breve adelanto de
una nota de Jorge Araneo, sobre una salida
en San Nicolás, en busca de diversas especies,
con distintas modalidades, publicada en la
edición diciembre de Revista Weekend
En la zona de San Nicolás pescamos una interesante variedad de especies, en la misma jornada y sin movernos demasiado
En un día algo nublado con vientos este/sudeste y temperturas de alrededor de los 25 grados, se presentaba majestuoso, con una altura de 2,50 metros, estacionario, con vientos moderados y una temperatura del agua de 20 grados.
Allí nos esperaban Leandro Poggi y Gustavo Aliani.
Al ingresar al predio me llamaron la atención las obras de infraestructura que está realizando el Club de Pesca San Nicolás, con nuevas guarderías náuticas, fogones y parrillas para el sector camping.
Además dispone de bajada de lanchas, con pluma y rampa, y un coqueto muelle donde los socios disfrutan del buen pique de las numerosas especies de la temporada estival.
Había viajado con Juan Pablo Funk, que llegó provisto con equipos para hacer tres pescas diferentes: dorados y surubí con carnada y señuelos, y tarariras con señuelos.
Había viajado con Juan Pablo Funk, que llegó provisto con equipos para hacer tres pescas diferentes: dorados y surubí con carnada y señuelos, y tarariras con señuelos.
Ya teníamos dos embarcaciones esperando, por lo que rápidamente las abordamos para iniciar la jornada.
Navegamos unos 40 minutos con destino a la zona de pesca, tomando por el río Paraná hasta la embocadura del arroyo Lechiguanas, para dejarlo atrás después de unos minutos de navegación y girar hacia el arroyo Barrancoso hasta el arroyo Perdido, que era el sector elegido para realizar los intentos.
Navegamos unos 40 minutos con destino a la zona de pesca, tomando por el río Paraná hasta la embocadura del arroyo Lechiguanas, para dejarlo atrás después de unos minutos de navegación y girar hacia el arroyo Barrancoso hasta el arroyo Perdido, que era el sector elegido para realizar los intentos.
Mientras navegábamos, Gustavo nos iba definiendo cada una de la infinidad de aves que volaban a nuestro paso, comentándonos que cuando no pesca aprovecha para salir a observar la maravillosa fauna alada de esta región.
Dos técnicas
Como disponíamos de dos embarcaciones, practicaríamos dos formas diferentes para pescar las mismas especies: anclados o gareteando el arroyo.
Como disponíamos de dos embarcaciones, practicaríamos dos formas diferentes para pescar las mismas especies: anclados o gareteando el arroyo.
Usamos morenas como carnadas y empleamos cañas de no más de 2,10 m de grafito de un tramo, de acción de punta de hasta 20 libras de resistencia (1 libra: 0,453 kilos), donde colocamos reeles rotativos chicos 4.600 / 5.500 o de bajo perfil cargados con nylon 0,35 mm o multifilamento de 0,25 mm (a menos diámetro resiste más y no se estira, transmitiendo mejor el pique).
Utilizamos líderes de 40/60 libras de largo, con un anzuelo 8/0 bien afilado.
Gustavo pescaría en su lancha con Juan Pablo y Bruno, gareteando por el arroyo que tiene unos 30 metros de ancho y unos 7 m de profundidad.
Gustavo pescaría en su lancha con Juan Pablo y Bruno, gareteando por el arroyo que tiene unos 30 metros de ancho y unos 7 m de profundidad.
En días anteriores había llovido bastante y el agua de los campos desaguaba sobre el arroyo limpia, dándole bastante transparencia.
Con las cañas armadas le ataron el líder. No se usó ningún tipo de plomo o lastre, para que no se fondeara la carnada, permitiendo que trabajara libre y natural, solamente movida por la correntada.
El encarne fue morena viva presentada por el lomo de cola a cabeza, para que no pierda movilidad bajo el agua...
Lea la nota completa en la edición 519 de Weekend,
diciembre de 2015.
haciendo click aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Entrá en el Blog, registrate, y dejá tu comentario, indicando tu Nombre y Apellido/Nick en el cuerpo del mensaje
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.