Relevamiento en Orense y San Cayetano

Paco García realizó un relevamiento

en Orense y San Cayetano para Video Pesca

y nos cuenta los detalles en esta nota

 

Una vez cumplida nuestra cobertura de la 16º edición del torneo en el Balneario Reta que organizó el Club Quilmes de Tres Arroyos emprendimos el regreso hacia nuestra ciudad de Mar del Plata, pero como se nos ha hecho costumbre organizamos una pesca para el siguiente dia. 

Acampamos en horas de la noche a metros del arroyo Cristiano Muerto ubicado entre Orense y San Cayetano, no nos atrevimos a cruzarlo de noche porque la marea no había bajado lo suficiente y no lo considerábamos oportuno. 

Preparamos un rápido asadito y descansamos unas cuantas horas, y antes de la salida del sol ya estábamos preparados para lograr las primeras imágenes del amanecer en el arroyo.
 

Luego de ello decidimos continuar nuestro viaje, ya que la marea no presentaba el nivel adecuado para hacer intentos con uno de nuestros objetivos, los lenguados. 

Nos dirigimos en dirección al Balneario San Cayetano y nos detuvimos frente al Pagrus I, un antiguo naufragio que nos sirve como referencia a una distancia de 8 km. del Arroyo Cristiano Muerto. 

Nuestra intención allí sobre el pedregal fue la de intentar la pesca de sargos, logramos varios de ellos, en general medianos pero con una pieza realmente importante que superó el kilogramo de peso, también, un chanchito de excelente porte. 

Como es nuestra costumbre, utilizamos allí elementos rústicos con líneas de uno o dos anzuelos, camarón como carnada y con lances cortos intentando caer junto a veriles o grietas en estos pedregales.

Nos fuimos del lugar en el mejor momento, media marea en creciente, seguramente de habernos quedado la pesca hubiera ido en aumento pero era el momento oportuno para regresar al arroyo, lugar que nos había interesado en sobremanera. 

A diferencia de nuestras costumbres en la pesca del lenguado en Mar Chiquita, lugar en el que siempre pescamos en bajante y en la primera entrada de agua, aquí en el Cristiano Muerto necesitamos estar en el lugar por lo menos un par de horas antes de la máxima y en los primeros momentos de bajante conociendo que no tenemos un gran veril en la salida del curso de agua, por este motivo, muchas son las veces que pescamos con el agua apenas sobre las rodillas y en plena rompiente. 

Los lugareños utilizan allí las líneas de una o dos boyas con brazoladas lastradas que también se usan en el Río Quequén Salado, pero para nosotros siempre significa un desafío seguir con nuestra técnica y las clásicas líneas que usamos en la albufera de Mar Chiquita que consisten en ser de una o dos brazoladas.

Nuestro arranque no fue bueno, perdimos por lo menos una hora sin tener un pique mientras los locales llevaban por lo menos dos lenguados por caña.

"Estirando la vista" interpreté que presentaban en sus anzuelos pequeños pejerreyes enteros que no llegaban a diez centímetros y prácticamente vivos, en cambio, quien les habla tenía filet de pejerrey que después de tantas horas había perdido su frescura.

No me resigné y luego de rebajar los mismos, corte tiras y las presenté en cada uno de los anzuelos de los tándem de cada brazolada. Los resultados fueron instantáneos y pude recuperarme llegando a cuatro capturas de ejemplares medianos y uno mas chico que fue liberado, un número similar al del promedio de los pescadores con los que pude conversar.

Nos retiramos del lugar antes de que se cumpliera toda la bajante, ya satisfechos con los resultados, pues nos esperaba un viaje de poco mas de 200 km. para llegar a nuestro destino, Mar del Plata.  

Fuente: Video Pesca

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