Wimar Merino desde el suplemento
Viva la Pesca del Diario Popular
nos informa sobre el buen momento
que atraviesa Berisso para Bogas y Dorados
Esta zona del Sur bonaerense ratificó una vez más su excelente condición
de pesquero para compartir momentos en familia, con calidad y cantidad
de piezas que nos ofrecieron un programa muy divertido.
Esta sección siempre estuvo a favor de la docencia y de la
integración inter generacional que propone nuestra actividad. Y como más
que pregonar nuestra pasión por enseñar nos gusta practicarla, esta vez
llevamos a nuestra excursión a un joven estrella, Leonel, de 8 añitos,
que hizo sus primeras armas en la pesca deportiva en un pesquero que nos
dio la enorme posibilidad de pescar regios dorados y hermosas bogas a
un paso de la Capital Federal. Hablamos de Berisso.
Quien esto escribe recuerda que en sus inicios en este proyecto de Viva la Pesca tuvo un gran guía que los hizo protagonizar sus mejores pescas en la zona: Beto Hasaín,
pionero entre los guías berisenses. En aquellos tiempos, nos acompañaba
su hijo Joaquín, en tiempos donde no había ni GPS ni tanta tecnología
náutica. En esos tiempos, su hijo, de 8 años, Joaquín, que por
entonces tenía los mismos 8 años de nuestro pequeño invitado. Y ahora,
ya partido al cielo de los pescadores el gran Beto, el propio Joaquín es
quien sigue la dinastía del gran guía. Con él es fácil vivir una pesca
de más de 30 bogas en pocas horas (¡¡ayer metió 50!!) y, de yapa, lograr
excelentes dorados.
Salimos como de costumbre
de Marina del Sur, dimos rol en Prefectura río Santiago y arrancamos
pescando dorados en los malecones. Para suerte o desgracia del joven Leonel,
eran hermosas piezas de 2 a 4 kilos, que le costaba muchísimo trabajo
arrimar al bote. Puesto que ésta es una pesca muy técnica, los adultos
tirábamos entre los palos los señuelos (ideal la mojarra Spinit de
paleta quebrada) y una vez clavado el dorado, le pasábamos la caña al
nene para que los peleara.
Pero Leonel quería
tirar por sus propios medios, y dado que en los reeles de bait se le
complicaba la historia porque hacía galletas, decidimos ir a pescar
bogas.
Así lo hicimos, anclando en un sector de aguas calmas, sobre la
parte Norte de los malecones. Previa ceba con maíz, el boguerío se hizo
esperar un rato.
El pique era raleado y al nene le costaba encontrar el
timming de la clavada, por lo que erraba mucho pique.
Decidimos con
Joaquín y su amigo Rodi -otro gran guía de la empresa Beto Hasaín-
movernos a un sector de aguas abiertas, hacia el lado Sur de la
escollera, pero aquí la contra era que el agua se batía bastante. Otra
vez a cebar y a esperar.
Los piques con salamín eran raleados, y
entonces decidí variar la tradicional línea de un anzuelo
elevado que usan en Berisso con plomito "uruguayo" tipo palito, por una
línea coreana con resorte y cuatro anzuelos. Le puse abundante masa de
mi propia factoría (la WM) y le pasé la caña a Leonel que enseguida
comenzó a tener respuestas.
Una tras otra boga, de 2 a 2,5 kilos, eran
clavadas fácilmente con esta línea y nos hicieron vivir una mañana
intensa y divertida, hasta que el joven pescadorcito comenzó a tener
náuseas. Enseguida levantamos campamento y nos movimos a una zona de
palos más cercana a la costa, bien reparada y tranquila, donde tras la
ceba, volvimos a pescar cuantiosas bogas, logrando una interesante
cantidad en poco tiempo.
Cabe destacar que el guía permite llevar
algunas bogas para consumo y dicen los habitúes de esta especie que sale
riquísima al horno o a la parrilla.
Atentos al
calor intenso que se había desatado, decidimos acortar la jornada de
pesca dejando para otra vez la pesca de dorados en creciente, verdadera
fiesta de todo amante de los señuelos que puede llegar a lograr mas de
15 en una jornada.
El premio para Leonel, que
se comportó como un gran pescador y se bancó una salida embarcados por
primera vez, fue poder manejar durante un tramo la embarcación (siempre
supervisado a centímetros por el patrón de lancha), teniendo entonces
una frutilla de postre a un día donde dorados y bogas le arrancaron
muchas sonrisas. Así las cosas, estimado lector, no dude en anotar a
Berisso como un lindo programa de vacaciones para compartir con los
chicos. Dorados y bogas, sumados a un guía joven y muy recomendable en
el trato, no lo van a defraudar.
Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular
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