El souvenir que nadie pide, el olor del lago San Roque

En las costas del lago San Roque, de Va. Carlos paz,
aparecen peces muertos y algas que
llenan el paisaje de un “escenario oloroso"


 

Elvira se refugia del calor bajo un toldo naranja sobre un embarcadero del dique San Roque, en Villa Carlos Paz. Ella administra la empresa de hidropedales

“Puerto Pireo”. 

Es enero, plena temporada, y se supone que a esta altura ya debería haber hecho una buena diferencia con el paseo tentador que ofrece: lago, verano, botes, tranquilidad.

Pero, nada de eso ocurre, es que el olor que despide el espejo de agua expulsa a los turistas, y desde fines de diciembre a la fecha sólo pudo alquilar cinco embarcaciones.

Lo que le ocurre a Elvira se traslada a buena parte de Villa Carlos Paz en esa zona.

Afectados

Cerca del Cucú no hay comerciante que no se queje de los particulares “aromas” que tienen que soportar, generalmente, después del mediodía, y algunos restaurantes de la peatonal San Martín aseguran que sufren también este problema, sobre todo en la noche.

A la hora de buscar explicaciones, las teorías de los vecinos de Carlos Paz son variadas: culpan del olor que se respira en una de las ciudades turísticas más importantes del país al vertido crudo de líquidos cloacales al dique, a las algas, a la falta de una limpieza integral y de inversiones sobre el espejo de agua, y hasta denuncian una contaminación con uranio.

“Es muy triste tener un paseo tan lindo y ver a los turistas que pasan tapándose la nariz y diciendo que sienten asco cuando andan por la Costanera.

Yo estuve casi toda la primera quincena de enero con dolores de cabeza y vómitos por el olor que sale del agua, encima no vendí ni un paseo de hidropedales y no me da la cara para ofrecerle algo a los turistas con el olor que hay”, cuenta Elvira con las boletas en la mano.

La basura se acumula en cualquier orilla del dique. En las costas del barrio Villa Suiza basta acercarse apenas unos metros al agua para toparse con un vaho de putrefacción, moscas y varios peces muertos.

Hay de todas las especies y tamaños: carpas, tarariras, pejerreyes y mojarras. Un triste panorama.

Qué le pasa al lago

Federico Kopta, biólogo del Foro Ambiental Córdoba, aseguró a este medio que el San Roque está siendo mal administrado e indicó que los líquidos cloacales vertidos al lago sin tratar o mal trabajados y que, el aporte de fósforo que esto genera en el embalse, provoca la proliferación de algas, la falta de oxígeno y la muerte de peces.

Entre todos los factores que producen los olores fétidos que despide el dique, hay uno que no se puede controlar: el calor, que es otro de los grandes responsables de este problema.

“La elevada temperatura ambiente disminuye la capacidad de tener oxígeno en el agua. A esto hay que sumarle el aporte de nutrientes que Punilla hace al dique por la falta de tratamiento de líquidos cloacales.

Esto favorece la proliferación de algas, que entran en una cierta dinámica. Mueren, se descomponen y esto provoca el olor”, explicó Kopta.

El biólogo agregó que al darse estos procesos sin oxígeno son bacterias las que intervienen en la descomposición, por lo que los “aromas” son más fuertes.

El especialista en el tema indicó, además, que para impedir que este problema se multiplique se debe evitar arrojar líquidos cloacales al lago y poner en funcionamiento el comité de la cuenca del San Roque, que supone un trabajo intercomunal en Punilla, para tomar el toro por las astas, ya que son las aguas negras de varias localidades las que llegan al dique.

“Otra de las cosas que influye es la prevención de incendios. Las cenizas de los montes quemados es otro aporte de nutrientes para las algas y cuando crecen los ríos arrastran todo este material biológico hacia el lago. 

Tampoco se puede dilatar más el ordenamiento territorial en las cuentas, para que no se pueda construir en cualquier parte, ya que esto también perjudica a los afluentes del dique”, apuntó Kopta.

Desde el Ministerio de Agua de la Provincia argumentaron que el mayor problema que tiene el embalse es el vertido de líquidos cloacales sin tratar y, en este aspecto, responsabilizan directamente a la Municipalidad de la villa serrana.

De la Provincia a la Muni

Según destacaron desde esa cartera, la Provincia gestionó en el Gobierno nacional la construcción de una planta depuradora, que hoy funciona en la variante Costa Azul, que no opera en toda su capacidad “porque Villa Carlos paz nunca realizó las obras secundarias, que implican la conexión de las viviendas particulares a la red de cloacas, y por eso se generan estos inconvenientes”.

Desde la Municipalidad de Villa Carlos Paz también tienen su versión sobre por qué los olores son una constante, sobre todo los días de calor, y pusieron el acento en las responsabilidades que tiene el Gobierno provincia.

En la Villa hablan de “olvido Provincial”

En los últimos días, este diario intentó contactarse con el intendente de Villa Carlos Paz, Esteban Avilés, para conocer más detalles sobre el avance de las obras complementarias de la planta de cloacas que –según el Gobierno provincial– faltan concretar al municipio de Punilla para solucionar el problema de los olores.

No obstante, resultó imposible dar con el mandatario comunal o alguno de sus asistentes para que dieran explicaciones sobre el asunto.

Quienes sí hablaron –fuera de micrófono– fueron algunos funcionarios del municipio de La Perla de Punilla, los que criticaron las apreciaciones realizadas desde el Ministerio de Agua de la Provincia.

“No sé quién habrá sido la persona del Ministerio que dijo semejante cosa, pero basta con estar en esas oficinas para saber que desde hace años el Gobierno provincial mantiene en el olvido a los lagos y diques cordobeses”, explicó un referente municipal.

Fuente: Dia a Día

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