El Consejo Federal Pesquero aprobó un plan nacional
con el fin de reducir la interacción de las pesquerías
con mamíferos. Los delfines y los lobos marinos están
entre los más afectados por el fenómeno
El nuevo plan aprobado Incluye las medidas para la implementación, seguimiento y control.
El plan aprobado por el CFP sostiene que “el Mar Argentino cuenta con una importante diversidad de mamíferos marinos que totalizan aproximadamente 50 especies, y si bien en la Argentina no existe en la actualidad captura intencional de mamíferos marinos, se han identificado otras amenazas que pueden afectar su estado de conservación, entre las cuales se destacan la captura incidental por las artes de pesca”.
Ya en 2001 el CFP le encomendó al INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) que a través del Programa de Observadores a Bordo, se instrumenten las acciones y metodologías necesarias para una adecuada cuantificación de la captura incidental de reptiles, aves y mamíferos marinos durante las tareas de pesca de la flota comercial.
El documento tratado y aprobado presenta el marco regulatorio, el marco institucional, una caracterización de las pesquerías en Argentina, el estado de conservación de las principales especies de mamíferos marinos, aspectos de ecología y propuestas de medidas de mitigación. Finalmente se describe el proceso de formulación del Plan de Acción Nacional, las medidas para la implementación, seguimiento y control, así como algunos anexos con información relevante.
Pesquerías y mamíferos
Según los especialistas, las interacciones pueden ser operacionales o específicas. En el primer caso se encuentran aquellas donde existe un daño al arte de pesca, a la captura de la pesquería o a los mamíferos marinos involucrados y en la cual estos últimos pueden resultar heridos o muertos.
Las otras –específicas- reúnen al conjunto de efectos que derivan de la relación entre las pesquerías y los mamíferos marinos como resultado de relaciones de tipo ecológico, tales como competencia, predación y transmisión de parásitos.
Si bien se conocen las especies de mamíferos marinos afectadas por capturas incidentales y las artes de pesca que producen esta mortalidad, sólo se cuenta con estadísticas sobre capturas estimadas en distintos períodos para la zona de San Clemente, Cabo San Antonio, Necochea y Claromecó en Provincia de Buenos Aires y para el norte y centro de Patagonia.
Según los especialistas, las interacciones pueden ser operacionales o específicas. En el primer caso se encuentran aquellas donde existe un daño al arte de pesca, a la captura de la pesquería o a los mamíferos marinos involucrados y en la cual estos últimos pueden resultar heridos o muertos.
Las otras –específicas- reúnen al conjunto de efectos que derivan de la relación entre las pesquerías y los mamíferos marinos como resultado de relaciones de tipo ecológico, tales como competencia, predación y transmisión de parásitos.
Si bien se conocen las especies de mamíferos marinos afectadas por capturas incidentales y las artes de pesca que producen esta mortalidad, sólo se cuenta con estadísticas sobre capturas estimadas en distintos períodos para la zona de San Clemente, Cabo San Antonio, Necochea y Claromecó en Provincia de Buenos Aires y para el norte y centro de Patagonia.
Especies afectadas
En cuanto a las interacciones operacionales, hay datos obtenidos de las capturas incidentales de la flota que actúa en los puertos pesqueros de Provincia de Buenos Aires y también de “bajadas de lanchas” sobre la costa, que se encuentran localizadas entre Punta Piedras (extremo norte de la Bahía Samborombon) y hasta Bahía Blanca, donde se opera mediante redes de agalla, cerco y arrastre, siendo las del primer tipo las más perjudiciales según el informe elevado al CFP.
La especie más afectada es la franciscana o delfín del Plata. Las zonas con mayor mortalidad de franciscana serían la zona costera marina de Punta Rasa (San Clemente del Tuyú y Cabo San Antonio) y la zona externa del estuario de Bahía Blanca. La mortalidad para la Provincia de Buenos Aires podría variar entre los 500 - 800 individuos por año, y si se le suman los individuos capturados de manera incidental en Uruguay y Río Grande do Sul (no menos de 700 individuos por año), la totalidad de franciscanas muertas anualmente en esta región del Atlántico Sudoccidental sobrepasa largamente el millar.
Otras especies también interactúan con pesquerías artesanales que utilizan redes de agalla de la región son los lobos marinos comunes que, a pesar de su interacción, no resultan enmallados. Su comportamiento se limita a alimentarse de peces enmallados en redes de agalla, particularmente tiburones de los que toma el hígado. Esta característica oportunista produce una merma económica en las capturas. Según el informe, también han sido registradas marsopas espinosas en este tipo de redes al norte de la Provincia de Buenos Aires y en los puertos de Quequén y Mar del Plata también se detectó mortalidad de delfines oscuros (Lagenorhynchus obscurus), delfines comunes (Delphinus delphis) y delfines franciscana (Pontoporia blainvillei) en la pesca de anchoíta (Engraulis anchoita) y caballa (Scomber japonicus) con redes de cerco.
En cuanto a las interacciones operacionales, hay datos obtenidos de las capturas incidentales de la flota que actúa en los puertos pesqueros de Provincia de Buenos Aires y también de “bajadas de lanchas” sobre la costa, que se encuentran localizadas entre Punta Piedras (extremo norte de la Bahía Samborombon) y hasta Bahía Blanca, donde se opera mediante redes de agalla, cerco y arrastre, siendo las del primer tipo las más perjudiciales según el informe elevado al CFP.
La especie más afectada es la franciscana o delfín del Plata. Las zonas con mayor mortalidad de franciscana serían la zona costera marina de Punta Rasa (San Clemente del Tuyú y Cabo San Antonio) y la zona externa del estuario de Bahía Blanca. La mortalidad para la Provincia de Buenos Aires podría variar entre los 500 - 800 individuos por año, y si se le suman los individuos capturados de manera incidental en Uruguay y Río Grande do Sul (no menos de 700 individuos por año), la totalidad de franciscanas muertas anualmente en esta región del Atlántico Sudoccidental sobrepasa largamente el millar.
Otras especies también interactúan con pesquerías artesanales que utilizan redes de agalla de la región son los lobos marinos comunes que, a pesar de su interacción, no resultan enmallados. Su comportamiento se limita a alimentarse de peces enmallados en redes de agalla, particularmente tiburones de los que toma el hígado. Esta característica oportunista produce una merma económica en las capturas. Según el informe, también han sido registradas marsopas espinosas en este tipo de redes al norte de la Provincia de Buenos Aires y en los puertos de Quequén y Mar del Plata también se detectó mortalidad de delfines oscuros (Lagenorhynchus obscurus), delfines comunes (Delphinus delphis) y delfines franciscana (Pontoporia blainvillei) en la pesca de anchoíta (Engraulis anchoita) y caballa (Scomber japonicus) con redes de cerco.
En Patagonia
Las interacciones en la región se producen con buques que utilizan redes de arrastre.
Varias especies de aves, mamíferos y peces son capturados incidentalmente y descartados en los lances de la flota de arrastre y los mamíferos marinos capturados incluyen lobos marinos comunes, delfines oscuros, toninas overas y delfines comunes. En mucho menor grado se capturan también delfines australes (Lagenorhynchus australis) y lobos marinos de dos pelos sudamericano (Arctocephalus australis).
El informe que integra el anexo del plan aprobado por el CFP, asegura que “los lobos marinos de un pelo presentan captura incidental en cualquier variante de estrato de flota” arrastrera, aunque las tasas más altas de mortalidad se corresponden “con los lances de fondo diurnos a merluza y en los lances pelágicos nocturnos a langostino”.
En tanto “los delfines son más susceptibles a las artes de arrastre pelágicas o superficiales, y particularmente a las que operan de noche, que a cualquiera de las otras variantes de artes de pesca” comenta en parte el informe presentado y que ya fuera aprobado en el marco de un plan nacional para reducir la interacción entre las pesquerías y los mamíferos.
Las interacciones en la región se producen con buques que utilizan redes de arrastre.
Varias especies de aves, mamíferos y peces son capturados incidentalmente y descartados en los lances de la flota de arrastre y los mamíferos marinos capturados incluyen lobos marinos comunes, delfines oscuros, toninas overas y delfines comunes. En mucho menor grado se capturan también delfines australes (Lagenorhynchus australis) y lobos marinos de dos pelos sudamericano (Arctocephalus australis).
El informe que integra el anexo del plan aprobado por el CFP, asegura que “los lobos marinos de un pelo presentan captura incidental en cualquier variante de estrato de flota” arrastrera, aunque las tasas más altas de mortalidad se corresponden “con los lances de fondo diurnos a merluza y en los lances pelágicos nocturnos a langostino”.
En tanto “los delfines son más susceptibles a las artes de arrastre pelágicas o superficiales, y particularmente a las que operan de noche, que a cualquiera de las otras variantes de artes de pesca” comenta en parte el informe presentado y que ya fuera aprobado en el marco de un plan nacional para reducir la interacción entre las pesquerías y los mamíferos.
Fuente: Diario Jornada
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