Santa Fe: Reabre para sus socios el Club Náutico Puerto Gaboto

El cambio de gobierno que se concretó con la asunción

de Sandra Aguirre fue la clave para que la institución comience

un proceso de rehabilitación de infraestructura y servicios

Luego de más de un año con sus puertas cerradas, el Club Náutico Puerto Gaboto reabre para sus socios. 

El cambio de gobierno que decidió la voluntad popular y se concretó con la asunción de Sandra Aguirre fue la clave para que la institución comience un proceso de rehabilitación de infraestructura y servicios. 

Ayer, la comisión ingresó por primera vez a las instalaciones después del prolongado conflicto, y ahora esperan reunirse con la flamante presidenta comunal para abrir definitivamente cuanto antes.

La reapertura se da luego de una verdadera guerra que dividió al pueblo de Gaboto durante gran parte de la gestión que culminó el jueves con numerosos frentes de conflicto, pero el más simbólico fue el que afectó la relación entre las autoridades comunales y la comisión directiva de la entidad náutica. 

Un diferendo que generó enconos irreconciliables, donde los protagonistas cruzaron serias acusaciones, requirió la intervención de la fuerza pública en varias oportunidades y la participación de la Justicia para resolver la disyuntiva.

"Abrimos las puertas hoy (por ayer) para convocar todos los socios a que se acerquen y juntos comencemos el proceso de regularización", explicó Jorge Torres, presidente de la institución que ahora tiene el desafío de normalizar su funcionamiento. 

"Llegamos acá hechos pedazos. Pasó mucho tiempo. El club siguió abierto y algunos pocos continuaron relacionados. 

Pero las expectativas son muy interesantes porque nos reunimos con la gente de la comisión comunal que reasumió y tienen como interés primordial que el pueblo se reactive", dijo Torres a La Capital. 

Proceso paulatino

Si bien en principio las actividades no estarán a pleno, desde el club señalaron que paulatinamente rehabilitarán la totalidad de los servicios y sumarán otro nuevos. 

"En principio, recibimos a la gente y empezaremos a preparar la inauguración del mástil, una actividad que quedó trunca", refirió Torres. 

Y recordó: "Estábamos esperando que Aguirre asumiera la nueva administración para trabajar en conjunto y formar parte del plan de recuperación integral que ella tiene preparado para la localidad".

Otro punto fundamental será abordar la reforma a la ordenanza sancionada por el gobierno de Horacio Herrera, por la cual se prohibieron las actividades náuticas en la institución. 

Por lo pronto, la calle que permanecía cerrada en el marco del mismo conflicto con la excusa de realizar obras ya fue reabierta.

"El arranque será lento y paulatino, porque debemos reempadronar a los asociados", aclaró el directivo, y añadió: "Le explicaremos con detalle a la gente por lo que tuvimos que pasar, nuestros planes y los servicios que queremos brindar, así como la incorporación de nuevas relaciones con personas que conocimos a raíz del conflicto, que quizás nos permitan brindar servicios nuevos".

Así las cosas, los responsables de la entidad esperan a los visitantes en la sede del club. 

"Después de más de un año de estar imposibilitados de recibirlos, estaremos abriendo nuevamente las puertas de la institución", dice el anuncio que realizaron a través de las redes sociales.

Mientras tanto, a la flamante presidenta comunal le queda la menuda tarea de atender a otras instituciones y "por sobre todas las cosas, pacificar el pueblo", significó Torres.

La crisis

El conflicto que afectó al Club Náutico Puerto Gaboto era de vieja data pero estalló en julio de 2014 cuando estaba prevista la inauguración de un mástil en el inmueble fiscal ubicado a la vera del río Coronda. 

El acto no pudo hacerse porque las autoridades comunales, invocando su propiedad y derecho sobre el predio donde funciona el club, lo cerraron con cadenas y candados, y se apostaron en el interior, encabezadas por el entonces presidente comunal, Horacio Herrera. 

El argumento principal era la caducidad, a mediados de 2013, del contrato de concesión y explotación de la guardería náutica, que la comuna se negó a renovar porque aseguraba que la institución había incurrido en serias irregularidades.

El club debió suspender sus actividades y radicó denuncias ante organismos judiciales y gubernamentales. 

El 2 de octubre de ese año la jueza sanlorencina Gladys Silvia López de Pereyra falló a favor de la comisión directiva, y ante la negativa de restitución por parte de la comuna, ordenó el desalojo del personal público allí apostado.

Una semana después, personal de Prefectura Naval se presentó en el lugar para liberar el predio, pero la fuerte resistencia de las autoridades locales, apoyadas por vecinos de la localidad, hizo que se desistiera del operativo.

Finalmente, el 27 de octubre se hizo efectiva la disposición judicial, esta vez con 70 efectivos y 23 móviles de la Unidad Regional XV, Orden Público, Unidades Especiales, Policía Científica y de la Unidad Regional I, de la Agrupación Cuerpos.

Durante los tres meses que el club estuvo en manos de la comuna, las autoridades convirtieron esta bandera en una verdadera cuestión de Estado, y el pueblo se vio sumido en un clima de máxima tensión.

La batalla judicial por el club terminó con una calle inutilizada, dividió al pueblo y hasta lo enfrentó con localidades vecinas. 

Para Aguirre, este será uno de los frentes que deberá resolver. 

Las urgencias más importantes, dice, son "reactivar el turismo, que es un motor económico para la comuna, regularizar el funcionamiento del puerto fiscalizador de pesca, y sobre todo gestionar una respuesta a la gente con el agua potable, porque en Puerto Gaboto hay muy pocos vecinos que cuentan con el servicio". 

Y para esto adelanta que buscará el apoyo de todos los programas y fondos provinciales de ayuda a las comunas.

Fuente: Sin Mordaza - La Capital

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