El Día de La Plata nos trae el relato de
una salida combinada de vacaciones y pesca,
en Esquina - Corrientes, donde se mezcla lo difícil
de la pesca por la crecida, con grandes satisfacciones
Pasamos con Carlos Forno y Claudio Cavallaro y sus familias nuestras vacaciones en Esquina. Fueron 11 jornadas de levantarnos a las 5 para estar a las 5.45 en el embarcadero con la lancha lista y cargada.
Los primeros días fueron difíciles, si bien obtuvimos algunos dorados de 2 a 5 Kg, los piques eran escasos.
El tercer día decidimos ir hacia arriba en busca de algún surubí en los arroyos cercanos al río Corrientes donde tuvimos un solo pique de dorado capturado por el recién arribado David Sosa y ninguno de surubí.
El cuarto día elegimos ir hacía el Guayqurú, no tuvimos mucha más actividad pero sí mejores tamaños.
Aquí dio la nota Fabián Maldonado con un surubí de 5,500 Kg capturado con señuelo, y a los pocos minutos sacó un muy lindo dorado de 8 kilos.
La pesca se mantuvo difícil pero con lindos ejemplares hasta alrededor de las 13, mi señuelo se clavó robándome multifilamento, la línea fue llevada hacía el medio del río donde se hundió y tomó fuerzas para un hermoso salto que mostró que estábamos en presencia de un dorado que pesó 14,300 Kg y midió 95 Cms.
La pesca se mantuvo difícil pero con lindos ejemplares hasta alrededor de las 13, mi señuelo se clavó robándome multifilamento, la línea fue llevada hacía el medio del río donde se hundió y tomó fuerzas para un hermoso salto que mostró que estábamos en presencia de un dorado que pesó 14,300 Kg y midió 95 Cms.
Al día siguiente vendría otra emoción grande; fuimos al Ingacito; gareteamos sin resultados, por lo que decidimos anclarnos en unas entradas de agua, pero tampoco fue efectivo.
Dado que la pesca al golpe requiere de habilidad y practica, decidimos pasar a la pesca a trolling; sólo estaban en el agua la caña de Ramiro y la mía; luego de un rato Ramiro capturo su primer dorado del día de 3,300 Kg.
Decidimos volver al Paraná y logró un nuevo ejemplar que pesó 6,200Kg.
Después, su señuelo se clavó y la caña se arqueaba casi hasta partirse y Ramiro con sus dos manos tratando de clavar a esa pieza que suponíamos muy grande; fue un dorado de poco más 11 kilos que devolvió al agua.
Llevamos un día a mis hijos Iñaki y Milena, pero el pique se había vuelvo a perder, lo cambiante fue una de las características de estos días.
Llevamos un día a mis hijos Iñaki y Milena, pero el pique se había vuelvo a perder, lo cambiante fue una de las características de estos días.
Así y todo obtuvimos algunos dorados de 3 a 4 kilos y varios chafalotes.
Ya en los últimos día con Fabián y Rodrigo recién llegado fuimos nuevamente en busca del surubí a un arroyo en la zona del Gauyqurú.
Ya en los últimos día con Fabián y Rodrigo recién llegado fuimos nuevamente en busca del surubí a un arroyo en la zona del Gauyqurú.
No fue fácil encontrarlo pero Rodrigo se dio el gusto de capturar un surubí de 6,250 Kg.
Ante las pocas repuestas volvimos al Paraná para golpear por la zona de los grandes; de pasada Carly propuso hacer una pasada a trolling sobre el veríl frente a la boca del Aguará, así que comenzamos a largarnos y fue una fiesta de piques; alrededor de 35 piques en menos de 3 horas, con 15 capturas; Rodrigo se despachó con capturas de 8, 9 y 10 Kg, mientras que los demás llegamos “sólo” a 7 Kg.
También sacamos varios más chicos.
Eran tantos los piques que mientras alguno traía una pieza, el resto tirábamos al golpe en el medio del Paraná y picaban y mientras traíamos ese dorado otro se acercaba a atacar el mismo señuelo; un espectáculo que demostraba cabalmente la voracidad del tigre de los ríos.
Con Diego Laurito en esa zona capturamos un dorado enorme al día siguiente.
Ya el último día de pesca fuimos a pescar con Juan Carlos Perdomo un amigo que tenemos en Esquina, obteniendo varias piezas con dobletes y tripletes e incluso seguíamos pescando al golpe en el medio del Paraná.
Ya el último día de pesca fuimos a pescar con Juan Carlos Perdomo un amigo que tenemos en Esquina, obteniendo varias piezas con dobletes y tripletes e incluso seguíamos pescando al golpe en el medio del Paraná.
Poco después una fuerte tormenta nos impidió seguir pescando.
En definitiva, la pesca se presentó difícil para encontrar los piques por lo crecido que se encuentra el río, pero con grandes satisfacciones.
En definitiva, la pesca se presentó difícil para encontrar los piques por lo crecido que se encuentra el río, pero con grandes satisfacciones.
Relevamiento: Juan Marcos Palma
Fuente: El Día de La Plata
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