La cordillera chubutense se posiciona, con el correr de los años,
como uno de los paraísos para los amantes mosqueros
de todo el mundo. Aquí el por qué de la atracción
Una combinación de magníficos paisajes, tranquilidad, naturaleza, y calidad de pesca, se amalgaman para ofrecer una de las mejores alternativas en la Patagonia argentina.
Hasta el 1 de mayo se encuentra habilitada la temporada de pesca 2016 en la zona de Esquel y sus alrededores.
Las aguas frías y cristalinas que nacen en la Cordillera de los Andes, generan ambientes con excelentes condiciones para el desarrollo y reproducción natural de salmónidos como el salmón encerrado, el salmón del pacífico, y las truchas marrones, arco iris, de arroyo, y de lago, además de las percas.
En esta zona son muchos los lugares de pesca a donde se puede acceder, para compartir un día entre amigos y la camaradería que caracteriza al pescador, una excusa más que perfecta para despuntar el vicio inmersos en los paisajes de la cordillera chubutense.
Entre los lugares más frecuentados se destacan el Río Arrayanes, el Lago Futalaufquen, el Río y Lago Rivadavia (todos estos en el Parque Nacional Los Alerces), el Río Grande o Futaleufú, el Río Percey, la Laguna Willimanco, e incluso en la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta a tan sólo 4 kilómetros del centro de Esquel.
La ciudad y sus alrededores se caracterizan por ofrecer zonas de pesca para todos los gustos, pudiendo contratar guías especializados y alojarse en lodges de pesca en el medio de los cotos, o bien realizar la modalidad deportiva de manera individual en las costas de los ríos y lagos.
En esta zona son muchos los lugares de pesca a donde se puede acceder, para compartir un día entre amigos y la camaradería que caracteriza al pescador, una excusa más que perfecta para despuntar el vicio inmersos en los paisajes de la cordillera chubutense.
Entre los lugares más frecuentados se destacan el Río Arrayanes, el Lago Futalaufquen, el Río y Lago Rivadavia (todos estos en el Parque Nacional Los Alerces), el Río Grande o Futaleufú, el Río Percey, la Laguna Willimanco, e incluso en la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta a tan sólo 4 kilómetros del centro de Esquel.
La ciudad y sus alrededores se caracterizan por ofrecer zonas de pesca para todos los gustos, pudiendo contratar guías especializados y alojarse en lodges de pesca en el medio de los cotos, o bien realizar la modalidad deportiva de manera individual en las costas de los ríos y lagos.
Esta particularidad permite que lleguen personas muy diversas que combinan con otras actividades turísticas en la región.
Sentir el susurro del agua que corre, observar y buscar las mejores correderas y ollas, ver cómo nadan las truchas mientras el entorno patagónico juega un papel fundamental para relajarse, hacen de esta experiencia un combo perfecto para el adicto a la actividad.
Sentir el susurro del agua que corre, observar y buscar las mejores correderas y ollas, ver cómo nadan las truchas mientras el entorno patagónico juega un papel fundamental para relajarse, hacen de esta experiencia un combo perfecto para el adicto a la actividad.
Fuente: Los Andes
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