Te presentamos un breve adelanto de
una nota de Jorge Araneo, sobre la
entretenida Pesca del Pez Limón,
publicada en la edición Enero de Weekend
Las aguas marplatenses son un escenario ideal para la pesca de esta combativa y aguerrida especie. Embarcado, es posible capturarlo con diferentes técnicas.
Los primeros días de noviembre comienza la temporada fuerte del limón, un pez que atrae por su combatividad al ser clavado y que de acuerdo con la técnicas empleadas le da al pescador grandes satisfacciones.
Haciendo un poco de historia, hace 40 años se los pescaba con líneas con brazoladas largas de 1,5 m y cañas de 3 m para poder trabajar con dos anzuelos a diferentes profundidades.
Años después se los empezó a trolear con calamares de látex y una riestra de plomos para que la línea profundizara y, más adelante, Tomás Restano se decidió a trolearlos con señuelos de paleta larga a los cuales se le agregaba una línea con tres brazoladas de calamares de látex.
Así empezó la era del profundizador (reemplazando el señuelo) con una brazolada larga de alrededor de 2 m encarnada con un chipirón y la línea de calamares arriba.
La última técnica usada es el jig. Se trata de un señuelo de plomo de forma alargada de diferentes pesos y colores, y la pesca se hace de manera vertical, aunque para poder ejecutarla deberemos tener los peces debajo de la embarcación.
La última técnica usada es el jig. Se trata de un señuelo de plomo de forma alargada de diferentes pesos y colores, y la pesca se hace de manera vertical, aunque para poder ejecutarla deberemos tener los peces debajo de la embarcación.
En busca de los limones
Llegamos a Mar del Plata al amanecer. El día pintaba soleado con vientos moderados del noreste. Nos dirigimos hacia el Club Motonáutico, lugar de convocatoria de la empresa Aquafish, de Mariano De la Rúa, quien ya nos estaba esperando a bordo de su barco “Sin Apuro”.
Sin pérdida de tiempo zarpamos: la idea era pescar peces limones, que a partir de mediados de noviembre habían entrado con la corriente cálida de Brasil.
La semana anterior habían efectuado una muy buena pesca en el banco Levante, a 18 millas (1 milla náutica: 1,852 km) del puerto.
La semana anterior habían efectuado una muy buena pesca en el banco Levante, a 18 millas (1 milla náutica: 1,852 km) del puerto.
Otros bancos de la zona donde se los puede pescar son: Patria (a 14 millas), Afuera (a 10 millas) y Pescadores, a tan solo 6 millas de la costa.
Mariano puso proa al Levante y a medida que navegábamos me comentaba que cada año el limón aparece más temprano en Mar del Plata y se queda hasta fines de marzo, donde es empujado por la corriente fría de Malvinas hacia su lugar de origen.
Mariano puso proa al Levante y a medida que navegábamos me comentaba que cada año el limón aparece más temprano en Mar del Plata y se queda hasta fines de marzo, donde es empujado por la corriente fría de Malvinas hacia su lugar de origen.
Al principio se los pesca troleando y buscándolos sobre el banco. Y luego, de acuerdo con las marcas del ecosonda, se frena el barco para intentar la pesca vertical con los jigs.
El capitán tiene que estar concentrado con los aparatos electrónicos del barco y saber distinguir una marca de limones de las otras especies, como cardúmenes de crías de especies menores.
El capitán tiene que estar concentrado con los aparatos electrónicos del barco y saber distinguir una marca de limones de las otras especies, como cardúmenes de crías de especies menores.
Al llegar al banco, se prepararon 3 cañas para trolear a diferentes distancias de la embarcación, la más corta 30/40 m en el centro de la popa y las otras en las puntas, la más larga a 80 m.
Lea la nota completa en la edición 520 de Weekend,
enero de 2016.
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