El río se mantiene alrededor de los seis metros de altura
frente al puerto de Paraná. Esta medida resulta estar
un metro por encima del nivel de evacuación. Según lo
estimado por el Instituto Nacional del Agua (INA)
esta situación se mantendría durante el
primer tramo del año con “pulsos de crecida”
La conclusión del organismo es que “en las cuencas brasileras de los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay, Paraguay, Litoral y República Oriental del Uruguay se espera que continúen lluvias por encima de lo normal. Las alturas de los ríos Paraná y Paraguay en territorio argentino se mantendrían por encima de los valores de evacuación durante el trimestre”.
El desarrollo de nuevas lluvias y la propagación de la onda de crecida mantendrá durante el verano los niveles en el tramo argentino del río Paraná muy por encima de los normales, aseguraron desde el organismo.
“Se espera la ocurrencia de nuevos pulsos de crecida”, dice el informe. En otro tramo del documento se lee que “los niveles en el tramo medio del río Paraná no se revertirán en el trimestre estudiado”.
El director del Centro Regional Litoral del INA, Carlos Paoli, dijo a EL DIARIO que el río Paraná se mantendrá “estable” en los próximos días a la altura de la capital entrerriana ya que “no se pronostican lluvias”. La profundidad precisa que ayer se registró frente al puerto de la ciudad fue de 5,97 metros.
Hay que tener en cuenta que el INA realiza sus proyecciones a partir de los pronósticos proporcionados por los servicios meteorológicos, entre otras variables. La probabilidad de las lluvias no se puede anticipar sino con cuatro días de antelación.
En relación a la ocurrencia de este fenómeno, hasta el momento, el verano se ha presentado más lluvioso que el promedio de los anteriores.
MIRAR AL CIELO
Paoli indicó que la altura del río en los próximos meses dependerá de las precipitaciones en “las cuencas de aporte” del Paraná superior.
Un dato a tener en cuenta es que el “área de aporte” al Paraná medio, que tiene su punto de confluencia más importante a la altura de Corrientes, tiene dos millones de kilómetros cuadrados.
Las lluvias de la región continental que abarca el sur de Brasil, Paraguay y Bolivia confluyen en la mencionada zona. Paoli no descartó que en lo que resta de la temporada estival se produzcan precipitaciones que modifiquen el actual estado del caudal.
El ingeniero también expresó que los pronósticos que elabora la Dirección de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA (que funciona en Ezeiza) no sólo tienen en cuenta las lluvias sino también el caudal y el nivel de las aguas en los distintos niveles de la cuenca.
Sobre la evolución hidrológica del Paraná, el mencionado informe señala que los niveles en los embalses de la alta cuenca en Brasil no se recuperaron a valores normales y siguen estando con capacidad receptiva de eventuales lluvias sobre sus cuencas de aporte y con una evolución oscilante.
En relación a la situación climática del pacífico ecuatorial, los responsables del trabajo dicen que “de acuerdo con la reciente evolución de las condiciones atmosféricas y oceánicas y los pronósticos correspondientes se espera que durante el próximo trimestre continúen las características de El Niño, con características de fuerte aunque comenzaría a debilitarse en el trimestre”.
Los autores del trabajo publicado por el INA son Dora Goniadzki, Juan Borús, Gustavo Almeira, Liliana Diaz, Victor Núñez, Guillermo Contreras.
¿Y el Uruguay?
En relación al otro gran río que enmarca la provincia, los técnicos del INA indicaron que “se espera que en el próximo trimestre persistan los caudales superiores a los normales. Podrían registrarse nuevos pulsos de crecida de corto plazo. El caudal en el tramo medio del río se mantendría sostenidamente por encima de lo normal”.
AL MARGEN
El Centro Regional Litoral del INA que dirige Carlos Paoli tiene incumbencia en toda la zona de llanura húmeda y se ocupa de estudiar la hidrología de esta parte del territorio.
Consultado sobre inundaciones históricas como las de 1982, 1992 o 1998 dijo que todavía no se ha llegado a esos niveles.
Como referencia aseguró que en los años mencionados en el puerto de Santa Fe se registraron profundidades superiores a los siete metros y que, en la actualidad, no se sobrepasó todavía los 6,61 metros.
Fuente: El Diario
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