Wilmar Merino nos cuenta en esta
nota de Viva la Pesca, los detalles de una
exitosa búsqueda de Carpas en la Laguna de Monte
Esta especie abunda en la cercana laguna de San Miguel del Monte y no
hace falta navegar demasiado para dar con ellas. Sacarlas con boyita y
cañas de pejerrey multiplica las emociones. Ideal para divertirse con
los niños.
Y tratándose de una pesca muy popular, lo mejor es hacerla en un ámbito cercano, donde podamos llegar tanto en auto como en transporte público. Hablamos de la laguna de San Miguel del Monte, a escasos 110 km de Capital Federal por Ruta 3.
Elegimos el recreo El Cristo por su proximidad a los juncales mas rendidores, a solo 100 metros del embarcadero, hacia la derecha. El Cristo es el primer recreo que está en el camino de circunvalación, ni bien pasamos la compuerta que une Monte con Las Perdices. Allí nos esperaba Federico Lissi, joven de gran experiencia en concursos de pesca de carpas y pejerreyes, quien conoce la laguna como pocos.
Embarcamos y llegamos a remo a una pequeña abra entre juncales donde armamos las cañas de 4 metros Tech Sensitive, o Shimano Sojurn, con reeles Shimano Sienna pequeños y le montamos la línea ya descripta, con anzuelos de pata corta muy clavadores. En ellos encarnamos una masa blanda que hizo nuestro guía mezclando cereales con mucha azúcar y esencia de vainilla al por mayor, llevándose aparte una bolsita con pan rallado para endurecerla un poquito a medida que se iba ablandando.
La técnica de pesca es la siguiente: hay que tirar el aparejo lo mas pegado posible a los juncales. Separarlo mas de medio metro implica, indefectiblemente, sufrir el ataque de los dientudos que en Monte no desdeñan comer masa, algo que yo no había visto en otros ámbitos.
Pero si logramos colocar el aparejo contra los juncos, con el correr de los tiros iremos cebando la zona con la masa que se va desprendiendo, de modo tal que al principio perderemos mucho tiempo y piques con los dientudos, pero luego se irán arremolinando carpas en la zona y por momentos éstas llegan a tomar la masa ni bien cae.
Es menester medir la profundidad de la laguna -que en ese lugar no suele pasar el metro veinte- para que las brazoladas queden apoyadas en el fondo, y la boyita quede acostada. El pique de la carpa se manifiesta con leves toques iniciales y luego una llevadita lenta pero firme: es el momento de clavar y aprovechar el largo de caña de 4 metros para llevar hacia atrás a la carpa, procurando alejar la pelea de los juncales, donde el pez correrá con ventajas y podrá hacernos enganchar el aparejo.
Una vez alejada la carpa de los juncales, la peleamos con serenidad hasta cansarla y subiremos luego el pez al bote con una red de mano Waterdog para evitar perderla.
En nuestra experiencia no salieron carpas grandes, pero las hay hasta de 5 kilos. Eso sí, entre carpas y carpas, logramos otra especie que se deja tentar por la masa: una vieja de agua, de impresionante aspecto. El detalle: el San Miguel del Monte, además de las carpas comunes, no es raro enganchar una carpa Koi de llamativos colores naranjas y blancos. Sin dudas, un bello atractivo para sumar a esta interesante pesca, muy técnica, ideal para practicar hasta con niños. i
Esta especie abunda en la cercana laguna de San Miguel del Monte y no hace falta navegar demasiado para dar con ellas. Sacarlas con boyita y cañas de pejerrey multiplica las emociones. Ideal para divertirse con los niños.
Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular
Lea otras notas sobre Salidas de Pesca
haciendo click aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Entrá en el Blog, registrate, y dejá tu comentario, indicando tu Nombre y Apellido/Nick en el cuerpo del mensaje
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.