martes, 18 de febrero de 2014

La pesca con devolución de tiburones ya es una realidad


En esta nota de Viva la Pesca de Diario Popular
el especialista en pesca de escualos David Dau nos cuenta
los avances hechos para proteger nuestros tiburones
mancomunando esfuerzos entre científicos y deportistas.
Un marcado inocuo para estudiarlos y cuidarlos

 
El pescador del siglo XXI debe evolucionar y no seguir atado a prácticas del pasado. Esto es mas urgente que nunca tratándose de grandes escualos, especies que otrora siempre se pescaban con sacrificio, exhibiendo sus mandíbulas como trofeo y demás.

Hoy, los pescadores de tiburón saben muy bien que estas especies están seriamente amenazadas y que el pescador deportivo puede contribuir a su estudio mediante la pesca con devolución, y el correspondiente marcado científico de la pieza. Para ahondar más en esta actividad que mezcla actividad deportiva con conciencia ecológica, apelamos a David Dau, reconocido colega colaborador de Pesca Visión y pionero en esto de practicar pesca con devolución de escualos y su estudio.

Nos cuenta David que "La pesca deportiva de los grandes escualos de Argentina, esta focalizada hacia el tiburón bacota y el escalandrún, pues son los máximos trofeos a capturar en nuestras aguas. Desde los años 90 a la fecha, la pesca comercial no se dedica exclusivamente a la captura de estos grandes tiburones costeros, porque la poca cantidad que obtienen no justifica el costo del movimiento de barcos y marineros.

Por eso hace más de 20 años que los barcos no pescan específicamente grandes tiburones, los cuales se pescaban con espineles gigantescos conocidos con el nombre de Palangres, pero que hoy ya no se utilizan por no ser redituable las pocas capturas que se obtienen. Eso se debe a que son especies que tienen pocas crías, una hembra de escalandrún debe alcanzar los 13 años para dar a luz solo uno o dos ejemplares, y cada dos años, y una hembra de bacota llegar a los 18 años para ser fértil".

"Pero la pesca deportiva -continúa David- cada día fue tomando más auge y las nuevas tecnologías como G.P.S., modernos motores y mejores diseños de embarcaciones y semirrígidos, permitieron al pescador deportivo ingresar más veces al mar y pescar y sacrificar varios ejemplares sin saber el daño que se le producía a esta amenazada especie a nivel mundial.

Estudios científicos advirtieron que morían más de 3000 tiburones por año capturados en forma deportiva en Argentina. Siendo pescador de tiburones, y viendo lo que sucedía con la especie, hace 10 años que decidí comenzar a realizar la pesca deportiva de tiburones con devolución, tarea que perfeccioné con el correr del tiempo, y que pude publicitar en varios medios radiales, gráficos y televisivos, donde traté de mostrar al pescador que la pesca pasaba no solo por sacrificar al animal, sino que se podría disfrutar igualmente de la pelea con la caña y el reel, pero dejándolo con vida en el mar luego de quitarle el anzuelo.

Se estudió científicamente que la lucha no les ocasiona ningún daño post devolución. El Ministerio de Asuntos Agrarios en su reglamentación para la pesca deportiva de mar, permite a partir del 2007 solo la pesca y devolución de tiburón cazón, martillo, gatopardo, bacota y escalandrún, prohibiendo el sacrificio de los ejemplares.

Me contactaron diferentes biólogos marinos con los cuales trabajé en el estudio referente a la especie, conformando luego de varios años el grupo "Conservar tiburones en Argentina", a cargo de los doctores Gustavo Chiaramonte, jefe de la División Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN) y director de la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén, y Martín Cuevas, del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de la Matanza y Grupo de Estudio de Peces Cartilaginosos (CONDROS) del Instituto de Biología Marina y Pesquera Alte. Storni.

Con ellos llevamos un trabajo en conjunto, sumando pescadores deportivos a la pesca y devolución del tiburón, pero además haciéndolos participar del proyecto de marcado y estudio científico.

Por suerte hoy luego de varios años de trabajo, realizando infinidad de videos y notas, explicando la necesidad de cuidar a estas especies que hoy se encuentran en un posible riesgo de extinción, pudimos sumar a más de 100 pescadores deportivos desparramados por toda la costa, quienes recibieron los marcadores y aplicadores para poder contribuir con el etiquetado, trabajo que servirá para determinar las rutas de estos tiburones y su protección.

Debemos cuidar a estos hermosos animales, no solo para poder seguir realizando esta pesca extrema que tantas satisfacciones nos brinda, sino para que continúen en los mares cumpliendo con su función de mantener la salud de los océanos.

De chico me enseñaron a pescar y sacrificar al tiburón, algo muy común y hasta premiado por revistas y diversos medios, pero por suerte, llegó ese click a tiempo hace varios años, y pude cambiar y transformar a una de las pescas más sangrientas y violentas, en una de las más deportivas y conservacionistas, dando un buen ejemplo a las nuevas generaciones", concluye Dau, organizador de un reciente encuentro de pescadores tiburoneros en la costa bonaerense donde se sumaron voluntades para hacer de la pesca con devolución de escualos, la nueva realidad de esta pesca en Argentina.


Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular


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