Wilmar Merino de Viva la Pesca
nos relata los pormenores de una jornada exitosa
con las "Damas del Río", vivida en las
aguas de Berisso, Río de la Plata
Este 2014 cierra con un verdadero show de Bogas a sólo 70 km de Capital Federal, donde están saliendo ejemplares de hasta cuatro kilos. Variedad de carnadas y un buen guía, las claves para no fallar.
Berisso y sus famosos malecones, piedras sumergidas con abundante mejillón asiático y la constante ceba de los guías con maíz, nos permitieron vivir ayer una jornada gloriosa con una pesca superlativa y la yapa de haber emocionado a un amigo debutante en estas lides,Pablo Quiencke, quien pasó de la preocupación a la sonrisa cuando nos terminó pintando la cara con un bogón de 4 kilos.
Todo comenzó con la convocatoria de nuestro guía de referencia en la zona, Joaquín Hasaín, quien nos venía alertando de la presencia de grandes bogas en la zona. Ayer, día de calor intenso y aguas ya más acomodadas tras la tormenta del fin de semana que descontroló todo, armamos la salida y estuvimos en La Marina del Sur a las 9, tomándonos el día con tranquilidad porque sabíamos que las bogas iban a estar allí esperándonos.
Se dieron los rituales de siempre: saludos, preguntarse por familiares y amigos, salida lenta de la marina hasta la boca del río Santiago, y el armado de equipos mientras nuestro guía y su colega Rodi, patrón de otra de las cinco lanchas de la empresa Beto Hasaín, daba el rol en Prefectura.
Montamos en cañas Shimano Voltaeus y Convergence, reeles Shimano Caius y también usamos reeles Luxor de Tech en cañas Tomahawk de Tech, muy sensibles para esta pesquita.
Anclamos hacia el lado Sur aprovechando la última hora de la creciente y la parada de agua, no sin antes testear los palos probando señuelos para ver si comían los dorados que esta vez faltaron a la cita... pero ya iban a venir.
Decidimos orientar los esfuerzos a la boga, y tras la intensa ceba con maíz que hicieron los guías, anclamos las dos lanchas a la par, probando suerte en los malecones con líneas de dos anzuelos con pasta, salamín adobado, y maíz saborizado remojado con vainillín, todo conseguido en El Abuelo, de Flores.
A la mañana el pique fue tímido e inconstante, pero cada boga clavada no bajaba tres kilos, cosa que nos mantuvo muy atentos. De repente, la caña de Joaquín sale disparada y la línea sale como flecha en dirección a los palos... Increíblemente, se enganchó ¡un dorado de dos kilos en el salamín! Entonces, Rodi empezó a pescar con señuelos al tiempo que su compañero de lancha seguía pescando bogas. Y Rodi se lució con otro dorado hermoso de dos kilos y medio. Pablo, en cambio, perdía líneas y perdía piezas a consecuencia de su falta de experiencia. Pero habría revancha.
Tras degustar una soberbia picada en los canales, donde hicimos un alto al mediodía para dejar descansar las cañas, volvimos en horas de la tarde a los mismos palos que habíamos cebado a la mañana. Y allí sí empezó la fiesta. La masa en base a maíz y el maíz remojadoen vainillín encarnado a razón de dos por anzuelo, nos permitieron divertirnos hasta fatigarnos con bogones de 2 a 3 kilos, haciendo dobletes y hasta tripletes por momentos, sin que hubiera un solo tripulante disponible para hacer fotografías.
Y como esos goles que se hacen al final del tiempo cumplido y cuando faltan pocos segundos para el pitazo final, Pablo Quiencke dio la nota clavando el que sería el mejor bogón de la jornada, un ejemplar que tras diez minutos de lucha acusó 4 kilos en balanza. ¡Eso sí que fue un buen debut! No habíamos vuelto a puerto cuando nuestro invitado ya pedía ir arreglando otra salida.
Así te enferma Berisso.Por eso lo queremos tanto...
por Wilmar Merino
para Viva la Pesca // Diario Popular
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