Volvimos al Riopla por la revancha
de la semana pasada, y aunque
no logramos los resultados esperados
al menos salvamos el día
Estuvimos una semana masticando bronca, por los nulos resultados que nos brindó el Riopla el sábado anterior, por lo que en cuanto nos aseguramos el buen tiempo lo decidimos sin vacilar. Nos tomaremos revancha.
Fue así que nos juntamos Andrés Julián Sanchez, Iván Penjasoff y yo, (parte del staff del programa radial Puerto de Pescadores On Line) y el sábado por la mañana rumbeamos nuevamente para la zona de la Usina, para probar resultados.
Nos desplazamos unos metros hacia la izquierda del lugar, buscando mejores claros en la zona, y comenzamos la faena.
Luego de un rato de fallidos intentos, los tres refunfuñábamos por los toques sin un buen pique que nos ofrecían las distintas especies, como si nos estuvieran testeando ellas a nosotros.
El primero en cantar victoria fue Andrés, que pinchó un Patí interesante, pero fondeado, no con señuelos.
La satisfacción causada por la devolución de la pieza, como siempre pregonamos, nos renovó las fuerzas para seguir adelante, sabiendo ahora que ahí estaban los bichos.
Continuaron los toques sin pique franco, los alternamos con algunos enganches donde perdimos aparejos, líderes y señuelos, hasta que Iván alzó la voz señalando un pique marcado de un gran cachorro.
Por desgracia y para resaltar su bronca, luego de varios minutos de tire y afloje, el gran cachorro que llegamos a ver porque estaba a escasos 2 metros de nuestra ubicación, cortó su línea, tal vez en uno de sus tirones, tal vez en el roce contra alguna roca o basura sumergida, pero lamentablemente no logró alzarlo.
Siguó transcurriendo la mañana con los mismos resultados, y estirábamos nuestra retirada por no resignarnos a irnos con las manos semi-vacías.
Cuando el calor ya se hacía sofocante, se acabaron las provisiones líqudas, y casi cerrábamos la jornada pasado el mediodía, decidimos hacer los últimos lances.
Fue entonces, en mi último tiro, casi como un regalo/premio a la persitencia, que sentí los tirones clásicos de un pique franco.
Luego de varios minutos de trabajar con el conjunto caña/reel, muy lentamente como para no perder el pique, pude acercar la pieza hasta la orilla, revelándose la presencia de un lindo aunque no muy grande cachorro de Surubí.
Con la ayuda de Iván, pude alzar lo que se transformó en mi debut oficial con el spinning, (comencé con esta técnica hace solo un par de meses), y así cobrar mi primera pieza con artificiales.
Este hermoso bicho, tomó una cuchara Fishing Art color plateada y naranja, de 23 gr. aproximadamente, armada con 1 solo triple y flocos en su parte trasera.
La alegría me inundaba y rebalsaba el pecho, y no cabía en mi mismo de placer.
Luego de retirar el señuelo, y tomar las fotos de rigor, procedí a la correspondiente devolución, única opción que considero válida en tales circunstancias.
Entonces si, con el espíritu bien arriba, y ya agotados por el sol abrasante cerramos la jornada, como se diría en la jerga futbolera "salvando un punto", y emprendimos la retirada.
Habrá que esperar hasta la próxima oportunidad que nos brinde el destino, para continuar en la búsqueda de mejores cosechas.
por Emilio Piñeiro
para Area de Pesca
Buena captura, claramente salvaste el dia y lo mas lindo, la devolucion de la pieza, otro granito de arena y es un ejemplo a seguir. Felicitaciones. Abrazo. MB.
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